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Pacífico medio. Al borde de la disputa

Por: Conflicto, paz y postconflicto-Pares


El Pacífico medio está compuesto por los municipios del Pacífico del Valle del Cauca, especialmente los municipios de Buenaventura y Jamundí. La decisión de considerar este territorio como subregión está asociada a las lógicas de seguridad que imperan allí. Por un lado, se diferencia de manera radical de la lógica de disputa de la subregión del Pacífico Norte debido a que comienza, aunque paulatinamente, a manifestarse el fenómeno de proliferación de grupos armados ilegales en función del repliegue de las Farc, mientras que en el departamento del Chocó la disputa es esencialmente es entre dos grupos armados ilegales.

Por otra parte, tampoco obedece a las lógicas de disputa entre múltiples grupos armados ilegales, como sí sucede en el Pacífico Sur. Sin embargo, tal y como se encuentra la situación en los municipios del Valle del Cauca, las dinámicas de seguridad podrían tornarse en un futuro similares a las del Pacífico Sur si las autoridades competentes no intervienen el territorio.

Actualmente, el Pacífico medio se encuentra en un proceso de reconfiguración de grupos armados ilegales que se disputan el importante corredor de Buenaventura para el narcotráfico. En el puerto tienen presencia especialmente cuatro grupos: el Clan del Golfo (Autodefensas Gaitanistas de Colombia), La Empresa, el ELN y un grupo armado compuesto por desertores del extinto Frente 30 de las Farc.

Para el caso del municipio de Jamundí, la situación se torna más compleja. La Fundación Paz & Reconciliación-Pares, en alianza con la Unicatólica, ha identificado cinco grupos armados ilegales ubicados en su mayoría en zona rural del municipio, adicionalmente, existen diversas bandas delincuenciales subordinadas al Clan del Golfo. El ELN, exmiembros del extinto Frente 25 de las Farc, exmiembros de los extintos Frente Sexto y Frente Urbano Manuel Cepeda y supuestos miembros del EPL que la población reconoce como exmiembros de las Farc, tienen presencia en el territorio y se disputan el control del narcotráfico.

El municipio vallecaucano es un punto especial, pues hace parte del corredor del Naya, ruta que permite la comercialización de minería ilegal, el comercio de hoja de coca, pasta y clorhidrato de cocaína y la compra y venta ilegal de armas, debido a su cercanía con los departamentos del Chocó y Cauca y con el Municipio de Buenaventura.DepartamentoMunicipioGrupo Armado IlegalValle del CaucaJamundíEPL(Compuesto por desertores de as Farc)ELNClan del Golfo (AGC)Frente Sexto y Frente Urbano Manuel CepedaDistintas bandas delincuenciales contratadas por GAO como el Clan del GolfoFrente 25 de las FarcBuenaventuraLa EmpresaClan del Golfo (AGC)Desertores de las FarcELN

Valle del Cauca2012201320142015201620172018*Acto terrorista/Atentados/combates/hostigamientos503226314942140Amenazas25313309407621501915158341Delitos contra la libertad y la integridad sexual39621015730280Desaparición Forzada165563401220Desplazamiento1987429331331641414180715939177

Fuente: Registro Único de Víctimas. Elaboración: Fundación Paz & Reconciliación. *Las cifras de 2018 tienen corte al 01 de abril.

Como puede observarse en la tabla, el departamento del Valle del Cauca ha experimentado los beneficios inmediatos de la paz con algunas fluctuaciones menores. Es necesario destacar que las variables registradas cayeron casi todas a cero y el desplazamiento y las amenazas se redujeron de miles a decenas y cientos.

Economías ilegales 

Distintos actores institucionales y sociales coinciden en que el Pacífico medio. Es un territorio estratégico no sólo para el desarrollo de economías legales relacionadas fundamentalmente con las operaciones comerciales/portuarias internacionales, para el caso de Buenaventura, como principal puerto marítimo del país, sino también, constituye un escenario prolijo para la recreación de diversas economías ilegales que allanan los vacíos de soberanía interna del Estado a causa de la profunda debilidad institucional en materia de seguridad, justicia y convivencia, pero sobre todo, por la inexistencia de mecanismos efectivos de ejercicio de gobernabilidad y gobernanza.

En muchos casos las comunidades han desplazado sus economías basadas en las prácticas culturales de producción, para enrolarse en algunas economías ilegales agenciadas por actores armados ilegales. Lo cual es más evidente en los jóvenes, quienes al inicio se vincularon a la dinámica del conflicto a través del narcotráfico, la siembra, producción y la comercialización de la coca, y luego al negocio de la extracción del oro, o la minería ilegal. Para los líderes de las organizaciones sociales “las economías ilegales han arrasado con las economías locales”, esto si se tiene en cuenta la desactivación de sistemas productivos y económicos tradicionales, como resultado de una migración acelerada de la fuerza de trabajo hacia las actividades ilícitas de alta rentabilidad.  

En el contexto local conviene analizar las economías ilegales desde dos dimensiones: las actividades ilícitas ejercidas por actores ilícitos y las actividades económicas licitas controladas por actores ilícitos. En la primera podemos incluir la minería ilegal, el narcotráfico y la extorsión, en la segunda, el suministro y comercialización de productos alimenticios llevado a cabo por las estructuras armadas herederas del paramilitarismo.


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