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¿Pagar para no matar?: Programa de incentivos para alejar a jóvenes de la delincuencia

Por: Katerin Erazo, Periodista


El pasado viernes, el presidente Gustavo Petro anunció desde Buenaventura el comienzo del programa "Jóvenes en Paz", una estrategia anunciada el año pasado, destinada a abordar el problema de las bandas criminales y reducir la tasa de delitos perpetrados por jóvenes en el país. Con el objetivo de ofrecer una solución innovadora, el mandatario propuso un enfoque que involucra la asignación de recursos económicos como incentivo para que los jóvenes abandonen la vida delictiva y encuentren nuevas oportunidades. Según el presidente, se les pagará a estos jóvenes por abstenerse de cometer actos violentos.


De acuerdo con el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, se planea entregar una suma cercana al millón de pesos mensuales a los jóvenes que decidan alejarse de la delincuencia. Sin embargo, se aclara que esta ayuda económica no será indefinida, sino que se brindará durante el proceso de transición hacia actividades académicas que buscarán alejarlos de los entornos delictivos. Inicialmente, se contempla que el programa tenga una duración de un año, tiempo durante el cual se evaluará su efectividad. Velasco también hizo énfasis en que el nombre del programa, “pagar para no matar”, es una metáfora y que el objetivo real es brindar mecanismos que permitan a estos jóvenes acceder a oportunidades laborales y educativas.


El programa se enfocará en ayudar a aquellos jóvenes que están siendo atraídos por las bandas criminales, buscando identificarlos en colaboración con las comunidades locales y realizar un trabajo social conjunto. El ministro reconoció que no es una tarea fácil determinar la cantidad exacta de jóvenes que se encuentran en esta situación, y también señaló que será un desafío tratar con aquellos que hayan cometido delitos graves, especialmente en términos de su relación con las autoridades judiciales.


El objetivo final es que estos jóvenes tengan la oportunidad de ingresar a instituciones educativas, completar su formación y buscar empleo. El programa piloto se iniciará con 150 jóvenes como un primer paso para motivar a otros a unirse. Se llevará a cabo un seguimiento constante para evaluar su progreso y ajustar el programa según sea necesario. Se espera que el programa se implemente inicialmente en ciudades como Bogotá, Puerto Quijada, Quibdó y Medellín.


Juan Manuel Torres, coordinador de la Oficina Pacífico de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), mencionó que este tipo de programas que están dirigidos a jóvenes en riesgo, jóvenes en vulnerabilidad o jóvenes que han estado en grupos delincuenciales o expuestos a ese tipo de violencias, son muy importantes. “Yo creo que ahora que se anunció Jóvenes en Paz, que van a ser 100.000 jóvenes a nivel nacional, tienen que empezar a delinear mejor este programa”, mencionó Torres.

Además, Juan Manuel Torres resaltó la falta de claridad sobre la entidad responsable de este programa. No se sabe si estará a cargo de Colombia Joven, la oficina liderada por Gabriela Pozo, ya que no se han proporcionado detalles al respecto. Tampoco está claro si está bajo la responsabilidad del Ministerio de la Igualdad, que se espera cuente con un viceministerio de la juventud, o si estará a cargo del Departamento de Prosperidad Social. Por lo tanto, considera que es necesario especificar con mayor precisión esta información.


En cuanto a las posibles alternativas, el coordinador de la oficina de Buenaventura de Pares considera que más que reemplazar el programa Jóvenes en Paz, que forma parte del Plan de Desarrollo, se necesitan complementos. Torres destacó que es fundamental implementar planes de acción inmediata para fomentar la generación de empleo, brindar oportunidades para el emprendimiento y facilitar la creación de ingresos. Aunque es cierto que cada vez más jóvenes en Colombia completan su educación media e incluso obtienen un título de bachiller, no todos continúan hacia la educación universitaria. Es evidente que no se puede resolver por completo el problema del desempleo juvenil únicamente a través de la educación. Si observamos las alarmantes cifras de desempleo entre los jóvenes, Juan Manuel Torres explicó que resulta necesario complementar las estrategias existentes en lugar de buscar alternativas al programa Jóvenes en Paz, ya que este programa representa una parte importante de la solución.


Si bien el programa ha generado polémica, especialmente en cuanto a la selección de los beneficiarios y el enfoque selectivo, líderes políticos como el senador Iván Cepeda han expresado su apoyo, considerándolo una propuesta fundamental en el marco de la paz y una medida adecuada para abordar el reclutamiento forzado y la participación de los jóvenes en el conflicto armado y la delincuencia.


A pesar de las críticas, el Gobierno espera que este programa ayude a reducir la delincuencia juvenil y brinde a estos jóvenes una oportunidad real de construir un futuro mejor a través de la educación y el empleo.


Juan Manuel Torres planteó interrogantes sobre el proceso de selección de los jóvenes para el programa. Si bien el Plan de Desarrollo ya establece ciertos criterios, considera necesario incluir a grupos y organizaciones juveniles que han estado trabajando. No se trata de pagarles, sino de involucrar a jóvenes en contextos de vulnerabilidad que están haciendo un buen trabajo, como instructores de danza para niños del barrio, artistas muralistas o personas que brindan apoyo complementario a otros niños. Son jóvenes en situaciones de vulnerabilidad, pero que están generando un impacto positivo.

“Recuerdo cuando en el programa de gestores se vinculaban a jóvenes directamente que pertenecían a las pandillas, se les pagaba un salario por 18 meses, iban a hacer actividades de ciudad, que apropien la ciudad. Estos jóvenes pueden ser un grupo de jóvenes que pueda respaldar”, destacó Torres.


En términos generales, se espera que este programa otorgue protagonismo a la juventud, que durante mucho tiempo ha sido desatendida, algo que se refleja en los datos macroeconómicos y de participación. A mediano plazo, se espera que se reduzcan ciertas cifras y que la juventud se acerque más a la esfera pública y a la democracia. Sin embargo, Juan Manuel Torres sostiene que el programa Jóvenes en Paz por sí solo posiblemente no logrará esto, ya que requiere de múltiples complementos. Además, señaló que, en el caso de Buenaventura, donde hay miles de jóvenes en una ciudad con un índice de desempleo juvenil del 50% y una alta informalidad, el programa probablemente no podrá brindar una solución completa. No obstante, se espera que, a medida que el programa se desarrolle, los jóvenes puedan tener un mejor futuro."

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