Por: Redacción Pares.
Se cumplen 20 años de la investigación que partió en dos la política colombiana, Parapolítica, la ruta de la expansión paramilitar y los acuerdos políticos. Con ayuda del gobierno sueco, la Corporación Nuevo Arco Iris pudo descubrir la intención de los paramilitares de infiltrar el Congreso de la República. ¿Cómo lo hicieron? A punta de votos. Desde zonas donde ejercían una alta influencia con su presencia y poder, los paras obligaron a la población a votar por el candidato que más les convenían. El que estuviera alineado con sus posturas. Por eso, una esteticista de Tierralta, Córdoba, sin mayor trayectoria política como Eleonora Pineda sacó 30 mil votos, caso parecido sucedió con candidatos en zonas como el Bajo Cauca.
En las elecciones al Congreso del 2002 se dio el fenómeno. Ese año León Valencia, acompañado de los investigadores Laura Bonilla, Claudia López y Mauricio Romero arrancaron una investigación que fue convertida en libro en el año 2004. El presidente Uribe tenía altos índices de popularidad, como nunca se había visto en la historia moderna del país. La investigación horadó su imagen. Fue un golpe duro a su gobierno e incluso a su familia ya que, como se comprobó, Mario Uribe, su primo, también recibió apoyo de los paras. Por estos hechos fue condenado. No fue el único. Entre los años 2006 y 2013 fueron condenados 60 congresistas por este delito.
La valentía de magistrados como Iván Velásquez, que incluso le pidieron a Nuevo Arco Iris los documentos que se tenían para iniciar una investigación formal de la Corte Suprema, fue vital para desbaratar el entramado. Los Paras querían legitimidad desde el Congreso, cambiar la Constitución, obtener impunidad y quedarse con toda la tierra y el poder que habían cosechado a punta de horror.
El uribismo no se quedó de brazos cruzados. Desde su columna en El Tiempo el entonces todopoderoso José Obdulio Gaviria, ideólogo supremo del uribismo, se dedicó a destrozar el prestigio de Nuevo Arco Iris y se ensañó contra Claudia López a quien calificó de Torquemada. El capítulo de López estaba centrado en la influencia de los paras en Antioquia y Gaviria no pudo disimular el dolor que le daba el callo pisado. Incluso decidió hacer un libro con intelectuales a fines al uribismo que resultó siendo la contrarréplica del libro de la Parapolítica. Hoy en día sólo los memoriosos como Funes pueden recordar esta publicación. Igual Gaviria, como sus huestes, hicieron daño a los investigadores. En esa época no existían redes sociales pero algunos medios se prestaron de altoparlantes de las injurias, las calumnias de las que Gaviria, en su mejor época, era capaz de idear, no siempre sin gracia y hasta genio.
La vida de los investigadores a cargo del libro de la Parapolítica cambiaría para siempre. León Valencia y Laura Bonilla salieron exiliados debido a las amenazas, al igual que Mauricio Romero. La aguerrida Claudia López se transformó en una política de éxito que incluso llegó a ser alcaldesa de Bogotá. Veinte años después el uribismo está lejos de tener el poder que alguna vez ostentó. El presidente es alguien que está en sus antípodas. Como senador Gustavo Petro fue de los pocos que no se arrodilló ante el poder que ostentó Mancuso, Ramón Isaza y Ernesto Baez en la fría tarde en la que entraron al Congreso. Fue el primer congresista en usar la palabra Parapolítica en un debate, pero el término fue acunado por Valencia y sus investigadores en el libro que publicó Intermedio en el año 2004.
Mucha agua ha pasado debajo del puente en 20 años. Por eso Planeta ha decidido publicar un libro que es, a la vez, una mirada de lo que dejó esta investigación rigurosa. León Valencia, Claudia López, Mauricio Romero, Laura Bonilla, recuerdan lo duro que fue ir en contra de la corriente en esos años y, a la vez, muestran como la investigación cambió el tablero político. Ariel Ávila y Antonio Sanguino, se explayan sobre el fenómeno y, además, se hace un trabajo periodístico haciendo un paneo de quienes eran y cómo están ahora los protagonistas del escándalo.
El libro, que viene con el sello Planeta, se lanzará en la próxima feria del libro de Bogotá.
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