Por: Redacción Pares
Desde el 28 de julio en la noche, cuando se dieron los resultados de las convulsas elecciones venezolanas, han sido varios los países que han reconocido la victoria de Maduro. Son gobiernos cercanos ideológicamente al chavismo, como Irán, Siria, Bolivia y Honduras.
Además de Rusia. En la región Maduro vive una tensa calma. La OEA presiona para que se muestren las actas, la Casa Blanca elogió el informe de la ONU que pone en entredicho la actuación del Consejo Nacional Electoral en Venezuela. Además, para él, las actas que ha mostrado la sociedad civil, son una clara prueba de que el verdadero ganador de esas elecciones es Edmundo González.
Gustavo Petro ha intentado convertirse en un puente de diálogo entre la oposición y Maduro, algo que hasta la misma María Corina Machado ha reconocido como importante. Petro, a sabiendas de que Venezuela es garante de la paz con el ELN y de las profundas relaciones económicas que históricamente han sostenido ambos países, ha usado la diplomacia para abordar el tema. Se demoró incluso 78 horas, después de las elecciones, para lanzar un comunicado a través de su cuenta X en donde también exigió, por parte de Maduro, la publicación de las actas en donde efectivamente se demuestra la victoria oficialista.
Además creó un bloque de países, conformado por México y Brasil, para que sirva de canal de intercomunicación con la oposición y que le permita no estar tan aislado a Maduro. Chile, que en algún momento conformaba este bloque, declinó esa posibilidad.
En las últimas horas Petro invocó la creación de una especie de Frente Nacional en Venezuela, en donde el actual presidente debería estar obligado a negociar con sus opositores y darles un poco de la sábana del poder. Pero, lo que más le dolió a Maduro es que Petro, el presidente de la región que menos agresivo estaba con respecto a su victoria haya dicho que podría ser una alternativa para Venezuela la posibilidad de “Nuevas elecciones libres”. En horas de la noche, usando un tono mucho más bajo que el acostumbra a usar cuando interpela a sus enemigos políticos, Maduro le respondió al presidente Colombiano de la siguiente manera: “En el caso de Colombia hemos venido reconstruyendo con mucha dedicación las relaciones. Creo que van bien las relaciones con el presidente Petro. Nosotros en privado hablamos muchos temas siempre. Nos llamamos por teléfono y hablamos muchos temas también. Pero jamás con Colombia practicaría la diplomacia de micrófono. Nunca”.
En días anteriores Maduro afirmó que recibe consejos constantemente de Petro quien ha exaltado en varias oportunidades los logros que consiguió en su momento Hugo Chávez Frías quien llegó a la presidencia venezolana en 1999 y la dejó en abril del 2013 por su muerte.
Maduro le recordó el papel que juega Venezuela y que lo ha hecho históricamente por la búsqueda de la paz en este país ya que es garante de las congeladas conversaciones con el ELN Yo soy el garante de la negociación de paz. Venezuela es garante. Y jamás voy a dar opiniones sobre qué debe hacer Colombia para superar la guerra que está terrible. Cada vez peor. No, yo nunca voy a decir Colombia, su Gobierno, debe hacer esto, esto, esto y sacar en mis redes sociales un consejo. No”. Se espera que el tono del presidente venezolano se vaya agriando con los Dios. El portazo que dio Petro en su declaración es una clara muestra de la presión internacional que se ha venido cerniendo en Venezuela ante la posibilidad de que el fraude haya existido.
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