Por: Redacción Pares
Sobre las siete de la noche el país estaba expectante. El presidente de la República, Gustavo Petro, había anunciado una alocución. Se daba como un hecho que el tema central sería hablar sobre el paro de transportistas que tiene bloqueadas a veinte ciudades del país, incluida la capital. Para esa hora del miércoles 4 de septiembre ya se veían imágenes que dejaban claro la crisis: en la vía a Cota una enorme serpiente de 14 kilómetros de largo, compuesta de una larga fila de autos hacía imposible la entrada a Bogotá. Al atardecer se contaros por cientos las personas que decidieron dejar el auto en la vía y decidir entrar a la capital a pie. En Cúcuta y Bucaramanga las principales vías permanecían cerradas por camiones. Esta era la reacción que tomaron empresarios como Henry Cárdenas, dueño de Fedetranscarga, quienes no quieren pagar por el ACPM. El gobierno Petro les dejó claro a los transportistas que ya no se les pagará el subsidio que hasta los años de Duque se sostuvo y que generó un profundo hueco fiscal.
No, Petro perdió la oportunidad de explicarle al país una situación que está afectando a millones de colombianos. Podría haber optado cuál era su posición y porque son los transportadores los que estarían equivocados. La alocución fue para hablar de los 11 millones de dólares que se habría pagado desde la Policía para comprar un software llamado Pegasus, en años de Iván Duque para espiar a lo que en ese momento era considerada la oposición.
En redes sociales los colombianos expresaron su consternación ¿De qué estaba hablando el presidente? ¿No hubo una noticia el 13 de marzo del 2024 que contenía casi que la misma información? ¿El presidente decidió comunicarse directamente con sus bases, negándose la posibilidad de poder hablar con el grueso de los colombianos, los que necesitan respuestas urgentes?
A esa misma hora la negociación entre transportadores y el gobierno se convertía en un pantano. Era imposible llegar a un término medio. El gobierno se mantiene en que podría bajar el incremento mensual del ACPM en 200 pesos. Los transportadores le cerraron la puerta en la cara. La actitud de Petro recuerda la de Duque durante el estallido social en donde se decidió negar la realidad y lo que ocurrió fue una situación que dejó profundas marcas durante su mandato. El paro agrario de Juan Manuel Santos, en abril del 2013, duró varias semanas. Pero paro redujo esta problemática a una frase que pasaría a la historia ¿Paro, cual paro? Para Álvaro Uribe cualquier reacción en contra de su gobierno quedaba reducido a un brote de insurgencia, de terrorismo.
En la madrugada del 5 de septiembre se empezó a ver la repercusión de la alocución presidencial. 150 puntos de bloqueo, seis estaciones de Transmilenio cerradas y la negociación estancada. En Cali ya se cierran las principales vías de la ciudad. Ya se empiezan a hablar en las plazas mayoristas de desabastecimiento. Mientras al presidente sólo le preocupa ¿Dónde está Pegasus? Es fácil para sus contradictores creer que esto es sólo una cortina de humo.