Por: Redacción Pares
Hace una semana se había levantado una polvareda en todo el país tras la presunta intención de Mario Javier Pacheco ―literato e historiador de talante uribista― para dirigir el Centro Nacional de Memoria Histórica. Tras desatarse la polémica, el presidente Iván Duque se pronunció al respecto y, en efecto, Pacheco se retiró del concurso. Sin embargo, el nuevo postulante, Fernando Vargas Quemba, parece ser peor.
Si bien, como lo dice el mismo CNMH en su Misión, este centro de estudios se creó «con el fin de contribuir a la reparación integral y el derecho a la verdad del que son titulares las víctimas y la sociedad en su conjunto«, parece que el Centro Democrático, o en efecto el uribismo, quiere meter alguna ficha para cambiar esta tarea.
Pese a que Pacheco se retiró del concurso, otro uribista de pura cepa quiere tomar este puesto: Fernando Vargas Quemba, quien parece tener acusaciones aún más graves. En una columna publicada en el 2013 titulada “La huella nazi”, el periodista Daniel Coronell denunció varios nexos de Vargas Quemba con grupos paramilitares y neonazis.
Según información de Coronell, en 1989 tres personas fundaron el grupo ultraderechista Movimiento de Restauración Nacional (Morena), impulsado por paramilitares del Magdalena Medio: Armando Valenzuela Ruíz, a quien los miembros del Movimiento neonazi Tercera Fuerza le llamaban “’Valuarte’ (sic) para la lucha nacionalsocialista”; Iván Roberto Duque, alias ‘Ernesto Baéz, exparamilitar del Bloque Central Bolívar y Fernando Vargas Quemba, creador del Comité Nacional de Víctimas de la Guerrilla – VIDA y aspirante a dirigir el CNMH.
La alianza de Vargas Quemba con ‘Ernesto Baez’ no es menor. El Bloque Central Bolívar, grupo paramilitar que ‘Baez’ comandaba, dejó más de 14.000 víctimas, además de reclutar a menores de edad y cometer recurrentes masacres, desapariciones y desplazamientos forzados.
Morena, movimiento ultraderechista y con presuntos influjos paramiliatares, revivió en 2007 bajo el nombre de Restauración Nacional: otro grupo de extrema derecha que profesaba la restauración social y política de Colombia bajo la defensa de la moral cristiana, la protección de la cultura iberoamericana y los valores derechistas. Una de sus principales influencias a seguir era el conservador Laureano Gómez, que planteaba una visión del Estado desde una concepción católica y nacionalista.
Cabe anotar que Restauración Nacional organizó un evento en el año 2012 para celebrar el ascenso de Alejandro Ordóñez como Procurador General de la Nación. El evento se llevó a cabo en el Hotel Casa Medina en Bogotá. Al evento asistieron miembros del nuevo grupo Restauración Nacional, el excomandante del grupo neonazi Tercer Fuerza, Eduardo Romano, María Fernanda Cabal y el abogado Fernando Vargas Quemba. La reunión quedó documentada por Noticias Uno.
Así las cosas, surge como gran preocupación el hecho de que las valoraciones ideológicas de Vargas Quemba incidan sobre los futuros informes y estudios del CNMH y sobre su misma vocación. Pues todo parece indicar que Vargas Quemba quiere quitarle un pedazo a la historia. Así lo ha demostrado en algunos trinos:
El escritor Juan Gabriel Vázquez dijo alguna vez que la historia es un relato y como relato depende de quién la cuente: los vencidos o los vencedores. En un conflicto de más de 60 años aún hay muchas historias sin contar, muchas víctimas sin reparar y muchas personas que aún buscan respuestas sobre sus muertos. Todo esto corre riesgo con Vargas Quemba, pues ha llegado a decir que el CNMH ha montado “una versión izquierdista del conflicto» luego de que se publicara una investigación que afirmaba que los paramilitares fueron culpables de 94.754 muertes; las guerrillas de 35.638 y el Estado de 9.804.
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