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¿Qué es la Carlos Patiño, la disidencia de las FARC que está manipulando a la población en el Plateado?

Foto del escritor: Redacción Pares Redacción Pares

Por: Redacción Pares



La misión para el ejército de Colombia era recuperar la Hacienda, una vereda clave para ejercer el control en el Plateado y el Cañón del Micay, un fértil lugar al occidente del país que desde hace treinta años se convirtió en un fortín del frente 60 de las antiguas FARC, copado por el ELN entre el 2016 y el 2018, y luego recuperado por las disidencias FARC.  Desde entonces el Cañón del Micay es una de las rutas más efectivas para sacar coca al Pacífico. Los pobladores están avocados, irremediablemente, al cultivo de la coca. Los planes de sustitución no funcionan. Es que la Carlos Patiño sigue siendo una fuerza influyente y decisiva.

 

En octubre del 2024 el ejército entró al Plateado en el marco de la Operación Perseo. Fue un hecho histórico. Era asegurarle a la gente que el estado asumiría por fin el territorio. Los ministros incluso entraron con camuflados y cascos y trabajaron desde ahí.  Desde entonces el ejército le ha disputado a los grupos armados palmo a palmo el Cañón del Micay. El pasado 6 de marzo recuperaron un lugar clave, la vereda La Hacienda, pero el ejército tuvo que ver como una asonada, conformada por cinco mil personas, empezaron a atacar a la tropa. Las imágenes se hicieron virales, las tanquetas ardiendo, los pobladores tenían palos e incluso se escuchaban algunos disparos. La fuerza pública resistía de manera pasiva a pesar del peligro y la tensión. La asonada provocó el secuestro de 28 agentes de policía y un mayor del ejército. Un día después llegaron a la zona el ministro del interior, Armando Benedetti, y Pedro Sánchez, ministro de defensa. Con la promesa que no se realizará un programa de erradicación forzada sino que se comprarán unos terrenos y se invitará a la gente a ir pasando de la coca a otros cultivos, con las debidas garantías.

 

No era la primera vez que la Carlos Patiño usaba a la gente para expulsar del territorio a la Fuerza Pública. Así sucedió en noviembre del 2023. La Patiño puso pie en este lugar del Cauca en el 2017, cuando el ELN empezaba a ocupar el territorio que había abandonado las FARC por sus obligaciones con el acuerdo de paz. Los disidentes, encabezados por Oscar Eduardo Sandoval, alias El Mocho. No fue una irrupción militar, se empezó a hacer política entre la población. Ese año realizó varias reuniones recordándole a la gente que los firmantes de paz, el secretariado de las FARC, eran unos traidores de la causa que asumió durante toda su vida Manuel Marulanda Vélez. Sandoval medía 1.70 y le faltaba un brazo. De la dialéctica pasó a la acción. A finales del 2017 empezaron los combates para ganarle al ELN los territorios de El Plateado y el Mango, tierras que ya se habían convertido en un fortín de la coca.

 

El Mocho tenía experiencia, era explosivista, francotirador y además le venía bien el trabajo con la población. Por eso empieza a reclutar a gente de la zona para ir engrosando una estructura que ya, al comienzo del 2018 era conocida como la Carlos Patiño, que era el alias de Floresmiro Acosta, ex cabecillo de la antigua Columna Móvil Jacobo Arenas de las FARC. Desde entonces, como un tumor maligno, la Carlos Patiño no ha parado de crecer. Se desataron. Aparecieron en poblaciones como El Tambo, El Patía, repeliendo a los hombres del ELN. El Mocho había ganado la guerra. Esa expansión no se dio en este gobierno, esto ocurrió entre 2018 y 2022, cuando el presidente era Iván Duque. Luego la Carlos Patiño es una de las estructuras que conforman el ya difuso Estado Mayor Central.

 

A este 10 de marzo la tensión en el Cañón del Micay no baja. Se sabe que ocho miembros de la estructura Carlos Patiño están listos para provocar una nueva asonada en el Cañón del Micay en las próximas horas. El miedo vuelve a ser lo cotidiano en esta zona del Cauca.

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