Racismo, estafas, machismo y quiebras: Donald Trump, una vida llena de escándalos
- Redacción Pares
- 21 dic 2024
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Por: Redacción Pares

El pasado 5 de noviembre del 2024 Estados Unidos vivió un hecho histórico: por primera vez, en sus más de doscientos años de democracia, escogía como presidente a un criminal. Donald Trump está condenado por 34 delitos. La verdad es que Trump no se ha hecho famoso por su supuesta capacidad de hacer plata -en realidad buena parte de su vida ha estado malgastando una cuantiosa fortuna- sino por sus escándalos. En los ochenta era un feroz playboy de vida turbulenta. En los noventa era un celebritie tan cotizado que incluso hacía cameos para la franquicia más taquillera de la época, Mi pobre angelito, en la primera década de este siglo fue olvidado por los grandes medios mientras intentaba capotear las crisis financieras, y en la segunda década del siglo XXI recobró popularidad gracias a un reality, El aprendíz. Hace 20 años sería considerado un tema de ciencia ficción creer que un hombre con el coeficiente intelectual de Trump, su abierto machismo y racismo, podría ser presidente de los Estados Unidos. En el 2008 se estrenó la película Pornocracia, en donde se mostraba a los Estados Unidos en donde el bajo nivel intelectual de sus ciudadanos llevaba, en un futuro lejano, a escoger a un actor porno como presidente. Esta distopía se hizo realidad en el 2016 con Trump.
Y lo peor es que los gringos lo escogieron en parte porque encarna la parte más sucia del sueño americano, la de ser un voraz tiburón de los negocios capaz de convertir todo lo que toca en oro. Y eso no es cierto, este es un mito absolutamente revaluado. En 1991, por ejemplo, su casino, el Taj Mahal, ubicado en Atlanta city, Nueva Jersey, quebró por su mal calculo. Pero antes ya había protagonizado un episodio todavía más vergonzoso, fue acusado y demandado en 1973 por el Departamento de Justicia por discriminación racial ya que se negó a venderle propiedades a familias afroamericana. En 1989 cinco adolescentes negros y latinos fueron acusados injustamente de violar a una joven en el Central Park de Nueva York. Netflix incluso realizó una de sus mejores miniseries basado en este caso. Trump fue una de las pocas figuras públicas que decidió condenar públicamente a los muchachos a pesar de que las pruebas de ADN fueron definitivas en la investigación.
Según un audio del 2005 y revelado durante su primera campaña presidencial, Trump es explícito sobre lo que piensa sobre las mujeres y afirmó en ese momento que es válido, si tienes poder, hacer con ella lo que quieras, incluso “agarrarlas por el coño”. Esto no le costó un sólo voto. Es como si los tiempos postapocalípticos que nos cobijan fueran un chaleco antibalas para este monstruo. Como si fuera poco su cercanía con Putin -Trump es un declarado admirador de los dictadores, por eso es bastante posible que su actitud con Maduro una vez se posesione como presidente- llevaron a investigarlo por una posible injerencia de los rusos en las elecciones del 2016, montando una guerra sucia contra su rival, Hillary Clinton. Todo en él es un bluff, empezando por su supuesta fórmula para hacer millonarios. En el 2010 abrió una universidad en donde lo cobraba a jóvenes estudiantes matrículas de 35 mil dólares para hacerlos negociantes avezados. De más está decir que esto no funcionó y terminó siendo demandado por los propios estudiantes de la Universidad Trump.
Si existió en la historia reciente de la humanidad un festival de noticias falsas fue durante la pandemia del COVID 19. En el 2020 Trump todavía era presidente de los Estados Unidos. Sus enfebrecidos seguidores creyeron a pie juntillas la irresponsabilidad de su verbo. No llevar mascarilla durante los meses que duró el pico de la enfermedad fue un distintivo de ser trumpista, mucho más importante incluso que portar la gorra roja que lleva marcada la leyenda de Vuelva a hacer grande a América. Hay que recordar que llegó a recomendar el uso de un desinfectante que supuestamente “mataría al virus en un minuto”.
Y bueno, están sus condenas por intentar sobornar a la actriz porno Stormy Daniells, el haber divulgado fakes news sobre inmigrantes haitianos que se comieron a 30 mil mascotas en un pueblo en Ohio y la campaña sucia contra Kamala Harris. Todo esto no hizo sino alimentar la campaña de Trump y hacer que en las pasadas elecciones arrasara. No importa lo que haga, el nuevo presidente de los Estados Unidos tiene una popularidad a prueba de balas y es un símbolo peligroso de que algo está cambiando y se está pudiendo en el mundo.
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