Por: Sergio Saavedra, Redacción Pares.
El día de ayer, 1 de octubre de 2018, la Comisión de Paz del Senado de la República recibió una carta escrita por Iván Márquez y ‘El Paisa’. Seis meses después de la incertidumbre que se generó en los medios de comunicación sobre el paradero de los militantes del partido FARC, se rompió el silencio en una carta que expresa, entre otras cosas, que “vale la pena intentar lo imposible, porque de lo posible se ocupan los demás todos los días”.
Márquez y ‘El Paisa’ abandonaron el espacio de reincorporación en Miravalle, Caquetá, hace ya medio año, justo después de la captura de Jesús Santrich, pues, para los dos exguerrilleros, este hecho representó un panorama de inseguridad jurídica. Sin embargo, el pasado 22 de septiembre—día del octavo aniversario del asesinato de Jorge Briceño— redactaron la carta y sentaron críticas a la forma en que se está implementando el proceso de paz.
La Comisión de paz del Congreso, a quién va dirigida la carta, está encargada de estudiar, analizar y realizar todas las gestiones que, de acuerdo con sus funciones, sean viables para alcanzar la paz en Colombia. Esta comisión se compone de 15 senadores: 2 del Polo Democrático, 3 del Partido de la U, 2 de la Coalición Lista de la Decencia, 3 del Partido Liberal, 1 de Alianza Verde, 1 del Partido Conservador, 2 del Centro Democrático y 1 del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, y en sesión extraordinaria, examinará las apreciaciones de Márquez y ‘El Paisa’.
Para Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, la carta puede tener múltiples interpretaciones y cada sector político lee el párrafo que le conviene. Sin embargo, todo parece indicar que ambos exjefes guerrilleros, y ahora militantes del partido FARC, están buscando un camino para volver al proceso. «Su radicalización se ha ido y han entendido que, a pesar de los problemas de la implementación, siempre será mejor la paz que la guerra», afirma Ávila.
Pero ese camino para volver al proceso de paz depende al menos de tres cosas, según Ávila: primero, el tema de seguridad jurídica, que tal vez es la razón que explica la cantidad de mandos medios que se han ido a la disidencia. Todos ellos, antes de irse, argumentaban inseguridad jurídica, pero también de fondo la petición es que se aclare el caso Santrich; segundo, se requiere un gran impulso al proceso de implementación de los acuerdos de paz, comenzando por la reincorporación y, por último, es necesaria una discusión profunda del partido FARC, para que soluciones sus problemas internos.
Esta fue la carta que enviaron Márquez y ‘El Paisa’:
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