Por: Redacción Pares
En algunas partes de Bogotá la ciudad está completamente abierta, rota. Desde hace tres años arrancó la obra más ambiciosa en la historia de la capital, la creación del metro de Bogotá, un proyecto que se ha soñado durante más de un siglo. En el 2017 se estableció que el costo del Metro sería de $12.945.270.024.403. Según el alcalde Carlos Galán las obras del Metro están adelantadas ya en un 45%. Pero el pasado 27 de enero la obra sufrió un revés significativo. El gobierno nacional sacó un decreto, el 0069 en donde se estableció el aplazamiento de 12 billones de pesos para este año. Estos recursos serían usados para obras de infraestructura. De ellos 770 mil millones de pesos estaban destinados al metro. La medida tomó por sorpresa al actual alcalde de Bogotá quien afirmó que jamás fue notificado previamente que se iba a tomar esta medida. Galán está analizando si se pueden tomar medidas legales para que se cumplan los compromisos que asumió el gobierno con la capital. Con el recorte presupuestal estos 770 mil millones sólo llegarían hasta el próximo año. Esto generaría un caos vehicular inesperado. El alcalde afirmó que “el progreso de Bogotá no lo detiene nada” porque este recorte significaría retrasos para otras obras que esperaban entregarse este año y aliviar la histórica congestión de la capital.
Otra ciudad que se vería afectada con este recorte es Medellín. Su alcalde, Federico Gutierrez -quien no es precisamente el mejor amigo del presidente- planeaba entregar este año el proyecto del Metro de la 80. Con este recorte se aplaza durante un año más la entrega de esta infraestructura. El popular Fico, quien afirmó que todo esto se trataba de una “venganza política” ha ahondado aún más la distancia con Petro después de que estallara la crisis diplomática con Estados Unidos después de que Petro no aceptara el arribo de dos aviones enviados desde ese país con inmigrantes colombianos encadenados. Fico afirmó que encabezaría una comisión para hablar con Trump y explicarle que Petro no representaba a los colombianos. Un despropósito.
A pesar de este recorte Galán se comprometió que en mayo del 2026 5.7 kilómetros de viaducto cuando se pongan a rodar los primeros trenes. El Alcalde también dice que la fecha de junio del 2028 se subirán los primeros pasajeros al esperado tren de la capital. Galán sabe que todo su prestigio está enfocado en ese proyecto y a la necesidad de cumplir con sus plazos. Por ahora los bogotanos necesitan concretar un sueño tan esperado y que podría ayudar a despejar uno de los tráficos más complejos del mundo.
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