Por: Laura Cano
Periodista Pares
Los liderazgos sociales han vivido, en los últimos años, la reconfiguración de muchos de sus aspectos; algunos, desde su lucha estructural, otros, desde la participación y la confluencias de intereses. Y, además, en la mayoría, se han producido transformaciones tanto de los escenarios de riesgo como de las formas de realizar su trabajo en zonas que, hoy por hoy, en el escenario del posconflicto, se han visto copadas por estructuras armadas que llegaron o se fortalecieron posterior a la firma del Acuerdo de Paz. Todo este escenario ha supuesto cambios en las formas en las que se ejercen liderazgos sociales en el país.
Y es que, justamente, el panorama no pinta ni ha pintado favorable para las personas líderes y defensoras de derechos humanos del país. Según información del SIPARES, durante el 2020, en el país se registraron, al menos, 216 asesinatos selectivos contra esta población. Durante lo que va del 2021, este mismo sistema de información reporta, por lo menos, la ocurrencia de 100 de estos hechos. Hay que señalar que, en los dos últimos años, especialmente, el Cauca ha sido uno de los departamentos más peligrosos para los liderazgos sociales. En 2020, el SIPARES reportó 58 casos, del total, mientras que en este año se han reportado, al menos 11 casos.
Ante la complejidad de la situación, han sido múltiples las acciones que se han tomado desde la autonomía de muchas organizaciones. Esto en contraste con respuestas que, en ocasiones, son escasas por parte de la institucionalidad, y ante un panorama cada vez más amenazante para las personas líderes y defensoras de derechos humanos.
En el marco de esas acciones que se han emprendido por diferente sectores, se encuentra el desarrollo de los Espacios Comunitarios para la Protección y Autoprotección, los cuales son una apuesta que se gesta en varias subregiones del país, entre ellas, en el norte del Cauca, una de las zonas que, actual e históricamente, ha sido fuertemente afectada por la violencia. Por un lado, esto ha llevado a altas cifras de victimizaciones, pero, por otro lado, también ha instado y propiciado la organización social para hacerle frente a las condiciones de vulneración.
Hay que señalar que estos Espacios Comunitarios para la Protección y Autoprotección, una apuesta desde los territorios, vienen siendo acompañados por la Fundación Paz & Reconciliación, Pares, junto a la Embajada de Noruega,quienes desde hace tres años desarrollan este proyecto en el Bajo Cauca Antioqueño, Catatumbo, Costa Pacífica Nariñense y el Norte del Cauca, bajo el objetivo de contribuir al fortalecimiento de capacidades para la seguridad en comunidades afectadas por la guerra a través del diseño, implementación y sostenimiento de espacios de confluencia de organizaciones sociales de cada subregión, en los cuales se dialogará alrededor del “saber hacer” de las organizaciones.
"La Fundación Paz & Reconciliación, junto a la Embajada de Noruega, desarrolla actualmente el proyecto “Espacios Comunitarios para la protección y autoprotección: una apuesta desde los territorios”, se trata de un proyecto focalizado en cuatro subregiones del país: Bajo Cauca Antioqueño, Catatumbo, Costa Pacífica Nariñense y el Norte del Cauca, que propone contribuir al fortalecimiento de capacidades para la seguridad en comunidades afectadas por la guerra a través del diseño, implementación y sostenimiento de espacios de confluencia de organizaciones sociales de cada subregión, en los cuales se dialogará alrededor del “saber hacer” de las organizaciones y el de la Fundación Paz & Reconciliación, particularmente, frente a la identificación (1), monitoreo y seguimiento de riesgos que amenazan la seguridad de las comunidades (2) e incidencia como estrategia de protección y autoprotección (3)."
Es así como nace la Red de Organizaciones Defensoras de Derechos Humanos, Territoriales y Ambientales del Norte del Cauca (REDODEN): un espacio de diálogo en donde confluyen múltiples organizaciones con enfoques étnicos, ambientales, territoriales y de género. Este espacio ha posibilitado el reconocimiento entre organizaciones de la subregión, partiendo y poniendo en común las agendas particulares, para llegar a puntos e intereses conjuntos; todo esto, permitiendo un intercambio de experiencias, especialmente de prácticas de protección y autoprotección.
Este escenario ha posibilitado que REDODEN, durante tres años, se configure como un punto de encuentro con multiplicidad de saberes que promueve la sostenibilidad de cada una de las organizaciones que conforman el espacio, el cual también ha desarrollado formas organizativas con el fin de consolidar y potenciar a REDODEN como espacio de confluencia, impacto e influencia en cuanto a la defensa de los derechos humanos en el norte del Cauca. Toda esta labor se ha desarrollado desde acciones autónomas y de reconocimiento de los contextos de la subregión.
“Es un proyecto muy flexible que logra acercarse a las realidades de los territorios. Además, es un potenciador a que las organizaciones se sienten a dialogar, pensándose como parte de la subregión del Norte del Cauca, en aras de poder hacerle frente a las situaciones que se viven en la zona, como la ola de violencia que se vive por parte de la presencia de diferentes actores armados que entran a conflictuar con estas organizaciones”, contó Harvey Moyan, enlace territorial de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares).
Hay que señalar que REDODEN es un tejido en el que convergen organizaciones que trabajan por la vida, el territorio y las costumbres ancestrales. Actualmente, allí confluyen ocho organizaciones: la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca (ACONC); la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos del norte del Cauca (ANUC norte del Cauca); la Asociación Comunitaria para el Desarrollo Integral (ASOCODITA); el Colectivo Afrofemenino, Venga Que Sí Se Puede; el Movimiento de la Mujer Nasa Hilando Pensamiento; la Red de Mujeres del Norte del Cauca (Redmunorca); El Colectivo de Mujeres Trascendiendo y Unidad de Organizaciones Afrocaucanas (UOAFROC).
Es necesario mencionar que estas son las organizaciones que hacen parte hasta el momento, sin embargo, REDODEN es un espacio de participación abierta para las organizaciones del Norte del Cauca que buscan construir, conjuntamente, un territorio menos peligroso para la defensa de los derechos humanos de las comunidades.
Les invitamos a conocer más de REDODEN y sus acciones en el Norte del Cauca, aquí.
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