Por: Katerin Erazo, Periodista
Tres semanas después del regreso de las sesiones ordinarias en el Congreso, las reformas sociales impulsadas por el Gobierno de Gustavo Petro continúan sin avances. La discusión de la reforma a la salud sigue estancada en la Cámara de Representantes, bloqueando así la agenda legislativa del oficialismo.
El principal obstáculo radica en la falta de consenso dentro de la mesa directiva de la Cámara para incluir nuevamente el debate en el orden del día. A pesar de la insistencia del Ejecutivo, la segunda vicepresidenta de la Cámara, Lina Garrido (Cambio Radical), y el vicepresidente Jorge Tovar (Curules de Paz) han manifestado reparos sobre el trámite de la reforma, alegando vicios procedimentales y compromisos incumplidos por parte del Ministerio de Salud en el pago de la Unidad de Pago por Capitación (UPC).
La estrategia del Gobierno apunta a lograr la firma de Tovar para destrabar el debate, ya que el presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca (Alianza Verde), ha respaldado la inclusión de la reforma en la agenda. Sin embargo, la falta de acuerdo ha generado preocupación dentro del Pacto Histórico, pues no solo enfrentan dificultades en la Cámara, sino que también deberán sortear un Senado liderado por Efraín Cepeda, del Partido Conservador, que se ha mostrado inflexible ante las iniciativas del Gobierno.
Mientras el debate sobre la reforma a la salud sigue sin fecha definida, otras iniciativas clave del Ejecutivo también se encuentran en pausa. La reforma laboral, que debe superar su tercer debate en la Comisión Séptima del Senado, enfrenta una correlación de fuerzas adversa. Aunque el proyecto cuenta con el respaldo de congresistas del Pacto Histórico como Wilson Arias y Martha Peralta, se espera que congresistas independientes y de la oposición presenten una ponencia alternativa con objeciones y modificaciones.
Por otro lado, la reforma sobre jurisdicción agraria parece avanzar con mayor fluidez en la Comisión Primera de la Cámara, donde el Gobierno ha fortalecido su presencia con la incorporación de senadores como León Fredy Muñoz (Alianza Verde) y Temístocles Ortega (Cambio Radical). No obstante, desde el oficialismo insisten en acelerar el debate para evitar que el proyecto se estanque, como ha ocurrido con otras iniciativas.
El ambiente en la Cámara de Representantes refleja un clima de incertidumbre. La acción de tutela presentada por la segunda vicepresidenta, Lina Garrido, para exigir al Ministerio de Salud el pago de los presupuestos pendientes ha sumado un nuevo obstáculo para la reforma a la salud. Además, congresistas de la oposición, como Jairo Humberto Cristo (Cambio Radical) y Andrés Forero (Centro Democrático), han cuestionado el proceso, acusando al Gobierno de utilizar la reforma como moneda de cambio en la repartición de cargos dentro de la administración pública.
El oficialismo, por su parte, defiende la necesidad de dar continuidad al trámite legislativo y evitar que la reforma se hunda sin debate. Representantes como Wílder Escobar han insistido en que la mesa directiva debe permitir la discusión, argumentando que es el Congreso el espacio natural para confrontar las ideas y definir el futuro del sistema de salud del país.
Hoy lunes, la mesa directiva de la Cámara se reunirá nuevamente en un intento por destrabar la agenda legislativa. La posibilidad de incluir la reforma a la salud en el orden del día dependerá de la decisión de Jorge Tovar, quien se perfila como la pieza clave para destrabar el debate. Mientras tanto, el Gobierno sigue buscando consensos, consciente de que cualquier avance en la Cámara podría toparse con nuevos obstáculos en el Senado, donde el margen de maniobra es aún más estrecho.
Con una agenda legislativa paralizada y un panorama político cada vez más tenso, el Gobierno de Gustavo Petro enfrenta un escenario desafiante para materializar sus reformas más emblemáticas. La incertidumbre sobre el futuro de estos proyectos sigue creciendo, mientras el tiempo legislativo avanza sin soluciones a la vista.
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