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Roy Barreras con partido propio: ¿una amenaza al Pacto dentro del Pacto?

Por: Línea Democracia y Gobernabilidad

El lanzamiento de la Fuerza de la Paz


El pasado 21 de febrero el presidente del Congreso, Roy Barreras, lanzó su partido “La Fuerza de la Paz”, con el que tendrá la capacidad de dar avales para las elecciones regionales. Bajo el lema “la paz tiene partido”, en el salón rojo del Hotel Tequendama el senador del Pacto Histórico presentó su partido acompañado, entre otros, de varios exfuncionarios del gobierno Santos, incluyendo al propio ministro Alfonso Prada, que asistiendo se arriesga incluso a una investigación de la Procuraduría por participación en política.


Dentro de los invitados “ilustres” estuvo el excontralor Carlos Felipe Córdoba, los exministros Germán Cardona, Mauricio Cárdenas, Mauricio Santamaría, Griselda Restrepo y Yesid Reyes, el exprocurador Fernando Carrillo y los excongresistas avalados por Cambio Radical Germán Varón Cotrino y Rodrigo Lara. Santos mismo dio un saludo, diciendo que, aunque está retirado de la política electoral, en la defensa de la paz le parecía “oportuna” la iniciativa de Barreras.


Con el nuevo partido, Barreras logra por fin el sueño de tener su propia plataforma política y se vislumbra como una competencia incluso para la propia coalición del Pacto Histórico, dentro de la que se encuentra hoy. La Fuerza de la Paz obtuvo su personería jurídica después de escindirse del Partido Alianza Democrática Amplia (ADA), gracias a la cual Barreras y su exesposa, Gloria Arizabaleta, pudieron avalarse dentro de las listas del Pacto. En medio del panorama de la explosión descontrolada de partidos políticos, Roy por fin tiene su propia “chequera” de avales y un buen capital político para estas elecciones de 2023.

Roy en la coalición de gobierno, ¿un opositor en casa?


Desde el comienzo del trabajo del gobierno Petro en el Congreso la piedra angular ha sido Roy Barreras. Contra algunas voces del Pacto Histórico, como la de Gustavo Bolívar, Roy se quedó con la presidencia del Congreso y ha hecho un trabajo milimétrico, junto a David Racero y el ministro Prada para sacar adelante la agenda de Petro. Solo en el primer semestre de la primera legislatura lograron la aprobación del Presupuesto General de la Nación, la reforma tributaria, la ley 418 (Paz Total – ley de orden público), la creación del Ministerio de la Igualdad y la ratificación del Acuerdo de Escazú. Un Congreso andando como un relojito, trabajando horas extra y que ahora tiene como mínimo 31 reformas por delante.


Sin embargo, los problemas han empezado a notarse con el trámite de la reforma a la salud. Aunque apenas desde el 16 de marzo arrancó formalmente su trámite, pues en el llamado a sesiones extraordinarias no se pudo, el inconformismo de Roy con la ministra de Salud y con buena parte de lo planteado en la reforma ha sido explícito. El mes pasado le concedió una entrevista a la Revista Semana, principal medio opositor del gobierno, en la que aunque dijo que estaba de acuerdo con el 90% de la reforma, consideraba que ella tenía una “posición un poco arrogante”.


Como ha sido evidente con el pasar de los días, el gobierno apuntó alto en sus pretensiones con la reforma para poder negociar con los partidos políticos que están, de manera oportunista, en su coalición –el conservatismo, el partido de La U y el liberalismo–, pero también ha tenido que negociar con el propio Roy. Apenas hace unos días lograron “limar asperezas” con la ministra Corcho, y aunque Barreras dice que la coalición de gobierno está “sólida”, los rifirrafes que ha habido en público con otros miembros de la bancada, como el senador Alexander López, muestran otra cosa.


El 09 de marzo, López le dijo a Roy “llevas tres meses atacando al gobierno del cambio por el que votaste. Agredes al movimiento social, a ministros, ¿y ahora soy yo el de la mala leche? Lo notifico, el programa del cambio se cumple a pesar de ustedes. Luchamos para sacar a nuestro pueblo de la miseria a la que ustedes nos llevaron” en un intercambio en Twitter.


Wilson Arias también ha criticado a Roy. Justo después del lanzamiento de la Fuerza de la Paz dijo que tendría que elegir “entre la paz grande, de justicia social y la paz chica, neoliberal; entre ser proyecto clientelar y la renovación”.


David Racero, presidente de la Cámara de Representantes, incluso señaló que aunque Roy “quiere aparecer como el gran conciliador entre el Gobierno y los que atacan. Ha conseguido algo: quitarle el discurso a la oposición”, lo que muestra que las críticas públicas de Barreras y muchas de sus posiciones no han sido para nada bien recibidas dentro del corazón del Pacto Histórico.


Barreras, además, ha presentado duras críticas al proyecto de Paz Total del gobierno, en el que también ha habido críticas del ex Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, y de Humberto de la Calle, ambos negociadores del proceso de paz con las FARC y cercanos a Santos.


A principios de marzo le pidió al gobierno suspender conversaciones oficiales o extraoficiales con los narcotraficantes y señaló que el camino era la “aprobación de la ley de sometimiento”, aunque desde el gobierno la actitud ha sido la de buscar una negociación amplia con muchos actores que son difusos de definir en su carácter político y criminal.


Asimismo, pidió a los voceros del gobierno descalificar la “justicia por mano propia” después de los eventos ocurridos en Caquetá que llevaron a la retención de algunos policías por parte de un grupo de campesinos.


A pesar de que Roy sostiene que sigue siendo muy cercano a Petro, las diferencias ideológicas son manifiestas. “Petro es un líder de la izquierda y yo soy un hombre de centro, liberal social-demócrata” le dijo a Caracol.


La Fuerza de la Paz: competencia sin asco


En la presentación del partido quedó claro que Barreras no tendrá problemas en avalar candidatos cuestionados. Además de la polémica que surgió por la pretensión de acompañar a la exgobernadora del Valle y hoy presidenta de La U, Dilian Francisca Toro, quien buscaría ese mismo cargo de nuevo, la Fuerza de la Paz también avalaría a Jorge Rey, cuestionado por presunto volteo de tierras, quien también busca de nuevo la gobernación de Cundinamarca.

La Silla Vacía hizo un conteo completo de los candidatos que tendrían el apoyo del nuevo partido, que se convertiría en una piedra en el zapato para el Pacto en departamentos que fueron clave para la victoria de Petro, como el Valle del Cauca, Atlántico o incluso Bogotá, donde no se descarta que Barreras apoye a Rodrigo Lara.


Barreras y otros santistas, como Alfonso Prada o Armando Benedetti, sin duda han sido operadores políticos excepcionales para Petro, pero en cualquier momento podrían armar “rancho aparte” y convertirse en una de las fuerzas opositoras del Pacto Histórico en las regionales. Es un negocio redondo el que hizo Roy: se subió al bus correcto en el momento correcto, acabó siendo presidente del Congreso y pieza clave para la aprobación de las reformas en la primera legislatura. Y a la vez, conformando una nueva casa para los santistas que de nuevo tienen un logo propio.

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