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Se mueve el tablero de la Paz Total en Nariño.

Por: Katia Rosero- Enlace regional de Nariño

Paola Marin- Investigadora Nacional.



Fotos tomada de : Caracol Radio y BBC


En un esfuerzo por abordar la creciente crisis de violencia en la región de Nariño, el gobernador Luis Alfonso Escobar lideró el primer encuentro regional el pasado sábado 9 de marzo, alrededor de las 11 de la mañana. La iniciativa, en línea con el enfoque de territorialización de la paz del Gobierno Nacional, busca confrontar la presencia y disputa entre estructuras disidentes de las FARC y la guerrilla del ELN en la zona.


El inicio de los Diálogos Regionales puso en evidencia la complejidad de la situación social y política en el departamento en relación con la superación de la violencia armada y la construcción de la Paz Total. El anuncio de la instalación de los diálogos, en un primer momento, contempló la presencia de actores armados; de hecho el Frente Comuneros del Sur emitió un comunicado pidiendo a la gobernación de Nariño participar en la mesa, sin embargo, frente el anuncio del ELN de congelar los diálogos con el Gobierno Nacional por la instalación de los Diálogos Regionales, que suponían, al menos aparentemente, conceder autonomía a una fracción del grupo armado que tradicionalmente ha tenido un mando unificado; la gobernación de Nariño se decantó por establecer una mesa de diálogos de paz con sectores sociales en la que, por ahora, no hay presencia de actores armados.


La instalación de esta mesa de diálogos en el municipio de Samaniego, que ha sido epicentro de fuertes disputas armadas en los últimos treinta años por ser punto geográfico de conexión entre la cordillera, el piedemonte y la frontera con Ecuador, se enmarca en el despliegue, quizá sin precedentes, de presencia estatal en los territorios más apartados de Nariño. Las jornadas de Gobierno con el Pueblo, la visita del gobernador de Nariño a cada municipio después de su posesión y los Diálogos Regionales de Paz, se anunciaron como la avanzada de la fuerza política del cambio con la promesa de importantes inversiones para solventar necesidades básicas de poblaciones, en su mayoría afrodescendientes e indígenas, que a día de hoy no tienen vías de acceso, escuelas rurales o agua potable y que además, han sido objeto del actuar violento de múltiples grupos armados que se disputan un territorio estratégico geográficamente por la salida al pacífico y al Ecuador, inmensamente rico en recursos naturales, con vastos territorios aptos para cultivos de uso ilícito y con una base social que, sin mayores oportunidades en el modelo de desarrollo nacional y con su modo de vida propio destruido por la misma violencia, se enfila en los grupos armados sin mayor resistencia.


En el evento, que contó con la presencia de destacadas figuras como el alto Comisionado para la Paz, Otty Patiño, y representantes de entidades encargadas de implementar el Acuerdo de Paz, se anunció la creación de una "maqueta de paz" con una inversión inicial significativa. Esta inversión se dirigirá a aspectos clave como la seguridad humana, la transformación productiva y la conectividad, con el objetivo de abordar las necesidades prioritarias de la población afectada.


Sin embargo, el camino hacia la paz en Nariño no está exento de desafíos. Las críticas de algunos sectores y personas, como 'Antonio García', ha planteado obstáculos a estos diálogos regionales. A pesar de ello, las autoridades locales y nacionales se mantienen firmes en su compromiso con la construcción de la paz, enfocándose en la participación de la sociedad civil y la atención a las necesidades básicas de las comunidades.


La propuesta de Paz Total apunta a quitarle a los grupos armados su base social llevando grandes inversiones destinadas a fortalecer los planes de vida de las poblaciones, la decisión del gobierno nacional de implementar enfáticamente esta estrategia en Nariño, en donde el Pacto Histórico tuvo un significativo apoyo popular en las elecciones nacionales y locales, implica la reconfiguración de fuerzas en la disputa por la gobernanza del territorio.


En todo Nariño se escucha que “el negocio está caído”, muchos campesinos dedicados a raspar hoja han regresado a las zonas agrícolas, la economía campesina se ha visto afectada por el declive de los precios de la hoja de coca, que se supone ha sido el motor económico principal de la guerra, sin embargo, los grupos armados parecen fortalecidos, persiste el reclutamiento, aumentan las acciones extorsivas, se reporta nuevamente el minado de territorios y la gobernanza de los actores armados sigue vigente. De hecho, durante 2023, de acuerdo con los datos proporcionados con la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas - UARIV , hay almeno 34.509 víctimas por ocurrencia, especialmente en los municipios de San Andrés de Tumaco, Ricaurte, Maguí, Olaya Herrera y Samaniego, resultado de enfrentamientos entre el Estado Mayor Central, la Segunda Marquetalia y el ELN, principalmente en las subregiones Pacífico Sur, Telembí, Sanquianga y Cordillera, sin embargo, y sumando complejidad a este panorama, entre enero y febrero de 2024 se anunciaron dos acuerdos de colaboración y respeto territorial entre el ELN y la SM, con la consolidación de la Coordinadora Guerrillera del Pacifico el primero en el triángulo del Telembí y el segundo en la zona norte del departamento. Este repentino cambio de postura entre el ELN y la SM, coincide con la reaparición de las Autodefensas Unidas de Nariño en octubre de 2023 y la divulgación de un video en marzo de 2024, justamente un día después de la instalación de la Mesa de Diálogos Regionales de Paz y desde un municipio vecino a San Pablo, en donde Petro estuvo el 7 de marzo firmando el decreto reglamentario de los Territorios Campesinos Agroalimentarios, en el que anuncian la retoma de todo el territorio nariñense.


Las Autodefensas Unidas de Nariño son el rezago de la presencia de las AUC en el departamento que, a través del Bloque Central Bolívar- BCB-, intentó replicar en el suroccidente la experiencia exitosa de control armado del territorio que inició en Bolívar y el Magdalena Medio. Según el Centro Nacional de Memoria Histórica - CNMH el BCB tenía como objetivo el control territorial para el desarrollo de actividades asociadas con el narcotráfico y el control político de “un movimiento social en ascenso fortalecido y dinámico”, se aliaron con grupos armados privados financiados por los grandes palmicultores que ocuparon los territorios colectivos en la costa pacífica y asesinaron de forma sistemática a líderes sociales, sindicalistas y estudiantes, después del proceso de Paz en San José de Ralito, el BCB se desmovilizó y parte de sus integrantes se reagruparon bajo el nombre de Autodefensas Unidas de Nariño.




La reaparición de las AUN en medio de la avanzada del Gobierno en el territorio y las alianzas entre disidencias de la SM y ELN recuerdan la vieja estructura del conflicto armado, que parecía haberse transformado hacia una multiplicidad de actores armados movilizados únicamente por el narcotráfico, y desempolva viejas lealtades ideológicas y económicas.


La gran apuesta de la Paz Total, que encarna la perspectiva de un gobierno popular, se pone en marcha en Nariño, en donde reside una importante fuerza electoral del Pacto Histórico; avanzar en la Paz Total y hacer inversión social efectiva sería la demostración histórica de la capacidad del Estado de incidir en los territorios más apartados, generar transformaciones valiosas para las poblaciones y representaría un triunfo significativo para el actual gobierno. El recrudecimiento de la violencia armada mientras se sienta una Mesa de Diálogos Regionales de Paz se puede entender como una acción que busca deslegitimar la acción de un gobierno con alto apoyo popular, en medio de la disputa por la gobernanza de la región.

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