Por: Yudi Angulo Castro
Enlace Buenaventura: Línea de Jóvenes en Riesgo y Participación Juvenil
Manuel Antonio Lozano Longa nació en el hermoso territorio del Bajo Calima zona rural del Distrito Especial de Buenaventura, su infancia estuvo marcada por momentos hermosos, pero también dolorosos, relacionados con temas de desplazamiento forzado y complicaciones en su salud. Su juventud ha estado rodeada por la permanencia y apoyo constantes en los distintos procesos juveniles de los que ha hecho parte activa desde hace muchos años. Desde pequeño se vio influenciado por la diversidad étnica y social de la región en la que creció, lo que le permitió desarrollar una perspectiva amplia y enriquecedora sobre los aportes significativos en cada uno de los espacios en los que logra participar. Manuel es uno de los becarios que hace parte de la Escuela de Liderazgo Juvenil de la Fundación Paz y Reconciliación - PARES en Buenaventura, bajo la financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo - AECID.
En su juventud, ha demostrado su gran interés por la educación y el trabajo comunitario, pero sobre todo en la reconstrucción del tejido social juvenil, ha venido participando en diversas actividades sociales, ambientales y académicas, lo que lo llevó a explorar su talento en la escritura y en el trabajo incansable por la comunidad. A lo largo de su vida, la conexión con su entorno y su deseo de expresar las realidades sociales de la comunidad, esto se convirtió en pilares fundamentales en su formación. Su infancia y juventud en Buenaventura no solo moldearon su identidad, sino que también inspiraron su compromiso con el desarrollo académico, comunitario, cultural y social por la región que lo vio nacer.
Manuel estudió Sociología e Ingeniería Industrial, por varias razones, pero su principal motivación está en reflejar su interés por comprender tanto las dinámicas sociales como los aspectos técnicos y organizacionales de las entidades en las que ha participado y a las que logre sumarse a futuro. La Sociología le permitió explorar las estructuras sociales, las relaciones humanas y los problemas comunitarios. Su deseo de entender las dinámicas sociales en su entorno, especialmente en una región como Buenaventura, lo motivó a profundizar en esta disciplina. A su vez: La Ingeniería Industrial le brindó herramientas prácticas para abordar problemas de eficiencia y productividad. Esta combinación de estudios le permitió tener una perspectiva integral, donde podía aplicar principios técnicos a contextos sociales, Al estudiar ambas disciplinas, lo que busca es generar un impacto positivo en su entorno. La combinación de conocimientos le permitió abordar problemas sociales desde una perspectiva técnica, diseñando soluciones que tuvieran en cuenta tanto las necesidades humanas como la eficiencia operativa. La formación en estas áreas le abrió diversas oportunidades laborales y le permitió desempeñarse en roles que requerían tanto habilidades analíticas como técnicas, aumentando su capacidad para contribuir al desarrollo regional y nacional. Esta dualidad en su formación refleja su compromiso con un enfoque multidimensional para abordar los desafíos que enfrentaba su comunidad y su deseo de fomentar un cambio significativo en su entorno.
Manuel comenzó a involucrarse en actividades de liderazgo juvenil durante su adolescencia, cuando se dio cuenta de la importancia de participar en su comunidad y de hacer escuchar su voz, en medio de espacios que han sido cooptados principalmente por personas adultas. Desde joven, siempre le concernieron los temas sociales y comunitarios. Empezó a informarse sobre los desafíos que enfrentaba su territorio y cómo podría contribuir a solucionarlos, cuando empezó a participar en los grupos estudiantiles, promoviendo actividades cívicas y educativas, allí, aprendió sobre la organización de eventos y la importancia de la colaboración, el trabajo en equipo y los procesos de articulación, donde comenzó como voluntario en organizaciones locales que trabajaban con jóvenes y comunidades desfavorecidas. Esto le permitió conocer de cerca las realidades sociales y desarrollar habilidades de liderazgo. Ha podido participar en talleres y conferencias sobre liderazgo juvenil, donde ha logrado aprender sobre técnicas de comunicación y desarrollo de proyectos. Desde los 15 años ha estado formándose y aprendiendo del trabajo comunitario. Desde entonces ha continuado participando en diversas iniciativas, siempre buscando formas de inspirar a otros jóvenes a involucrarse y contribuir a sus comunidades.
Consiente de los desafíos y retos que enfrenta la juventud bonaverense, Manuel está convencido que estos se pueden superar con dedicación y esfuerzo, alguno de los desafíos que logra enumerar están relacionados con la violencia que aun persiste en nuestros territorios, la falta de oportunidades laborales, la desigualdad social y lo difícil que se les hace a muchos jóvenes permanecer en las instituciones de educación superior, entendido que hoy en día se tienen más garantías de acceso a la educación superior, pero no de permanencia en ella. Lo que sigue suponiendo un reto para los gobiernos tanto a nivel nacional como local. Si a todo lo anterior le sumamos el aumento en temas de afectación a la salud mental de adolescentes y jóvenes, la falta de espacios de participación, recreación, culturales y deportivos a los que la corrupción nos ha sometido, caso puntual el Estadio Marino Klinger, que se ha convertido en un elefante blanco más de los cientos que adornan esta ciudad, el mismo que el pasado 1 de noviembre cobró su primera víctima; un joven de 18 años y su grupo de amigos, que aprovechando la lluvia se metieron en un pozo producto de las excavaciones que se realizaron a las afueras de la obra y uno de ellos no volvió a salir, su búsqueda se extendió hasta la mañana del día siguiente donde lamentablemente el cuerpo de Bomberos Voluntarios de Buenaventura pudo encontrar su cuerpo sin vida.
Vea también: https://www.pares.com.co/post/se-robaron-los-40-mil-millones-para-la-remodelaci%C3%B3n-del-estadio-marino-klinger
Una vida joven que se pierde, unos sueños que se mueren, ¿podríamos considerarlo como una víctima más de la corrupción que carcome los rincones de este el puerto más importante del país?, todos los bonaverenses deseamos que ese tipo de escenarios riesgosos no se conviertan en el único espacio recreativo de nuestros jóvenes, se requiere de un compromiso por parte de los tomadores de decisiones, se necesitan reales escenarios de veeduría y control social que garanticen que los recursos se inviertan en las acciones para los que fueron destinados.
Por último, el mensaje de Manuel para la juventud es que recuerden que el liderazgo comunitario es una oportunidad para hacer una diferencia real. “Cada pequeño esfuerzo cuenta y puede tener un impacto duradero en tu entorno”.
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