Por: Katerin Erazo, Periodista
En un importante paso hacia la paz urbana en el distrito portuario de Buenaventura, el pasado martes 18 de julio se instaló la mesa de diálogo entre el Gobierno Nacional y las bandas criminales “Shottas” y “Espartanos”. El evento tuvo lugar en la casa cural de encuentros Bagno Regio y fue liderado por miembros de la Iglesia Católica y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP), bajo la dirección de Danilo Rueda. A la reunión también asistieron representantes de organizaciones sociales, gremios económicos y víctimas del conflicto urbano, quienes formarán parte activa de este espacio de conversación.
Según el comunicado oficial del Gobierno Nacional, esta nueva fase del proceso de paz urbana fue posible después de superar un primer período de acercamiento y generación de confianza entre las dos estructuras criminales. Este proceso está enmarcado en la Ley 2272 de 2022, la cual establece a la “Paz Total” como una política de Estado. Danilo Rueda, Alto Comisionado para la Paz, resaltó que estos diálogos “sociojurídicos” contarán con testigos internacionales y mecanismos de verificación para garantizar su validez y transparencia.
Rueda también anunció que las reuniones con los representantes de las bandas tendrán lugar semanalmente, mientras que los diálogos con la ciudadanía serán constantes. Uno de los principales objetivos de esta mesa de diálogo es que los “Shottas” y los “Espartanos” adquieran compromisos con la comunidad de Buenaventura.
“Vamos a tener varios espacios de interlocución: uno con quienes están privados de la libertad o han pertenecido a estas estructuras armadas, otro con los voceros delegados por ellos que viven en Buenaventura, y otro espacio diferenciado de interacción y diálogo permanente con los ciudadanos de Buenaventura”, declaró Rueda.
El fin de la mesa de diálogo es la erradicación de la violencia entre estas organizaciones criminales, aunque, por el momento, no se ha establecido una pausa de las hostilidades. “La expectativa es crear un escenario donde los habitantes de Buenaventura vivan en dignidad y parte de esa dignidad es vivir libres de zozobras, sin el temor a ser violentados, sin fronteras invisibles, donde los niños y jóvenes tengan esperanza de vivir”, añadió Rueda.
Según Dennis Huffington, investigador territorial de la Oficina Pacífico de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), la actual etapa del proceso de paz en Buenaventura llega en un momento oportuno. Esto se debe a que se ha registrado una crisis en los últimos tres meses, durante la cual se temía que el proceso de Paz Total en la ciudad fracasara. Se creía que esto podría desencadenar nuevamente enfrentamientos armados en los diferentes barrios de las comunas.
Afortunadamente, esta etapa, según Huffington, es una muestra o señal de que el proceso sigue en marcha y que existen intenciones por parte de los grupos y voceros de las bandas para continuar con el proceso. Esto brinda esperanza a la ciudadanía que, con gran anhelo, esperaba conocer el destino de este proceso.
La instalación de esta mesa de diálogo ocurre en medio de un contexto de violencia en diversas partes del distrito, especialmente en las comunas alejadas del centro y la zona portuaria. La tregua anunciada a finales de 2022 se ha visto amenazada por rencillas internas entre algunos de los integrantes de los “Shottas” y los “Espartanos”, así como por la presencia de otros actores ilegales que buscan controlar las rentas ilícitas de estas dos estructuras.
Cabe destacar que, de acuerdo con monseñor Rubén Darío Jaramillo, uno de los intermediarios en el proceso, estas estructuras no llegaron a la mesa con acuerdos definidos, pero se espera que las medidas a tomar sean discutidas en el espacio sociojurídico. Entre los pedidos de las bandas se encuentra la aprobación en el Congreso de la ley de sometimiento a la justicia, la cual será presentada en la segunda legislatura que iniciará a partir de este jueves 20 de julio, según el ministro de Justicia, Néstor Osuna. El proceso de sujeción y reincorporación de los miembros de ambas bandas a la sociedad civil será objeto de discusión en el Congreso, donde los legisladores contarán con información actualizada del avance de los diálogos.
Según Dennis Huffington, en esta etapa del proceso de paz en Buenaventura se espera la instalación de la mesa sociojurídica y se albergan diversas expectativas. En primer lugar, se busca reducir la violencia armada en la ciudad, deteniendo los homicidios selectivos y los enfrentamientos, especialmente en las comunas 10 y 12.
Asimismo, se espera garantizar la seguridad de los líderes y lideresas de la ciudad, poniendo fin a las amenazas y extorsiones dirigidas a sectores vulnerables como las platoneras, los pescadores y los pequeños comerciantes o como los tenderos de barrios. Esta solicitud fue directamente transmitida por el Comisionado de Paz a los voceros del grupo y se espera que sea bien acogida como una muestra de voluntad para construir la paz en Buenaventura.
Otro objetivo importante de esta mesa es identificar las causas subyacentes de la violencia y diseñar estrategias efectivas para combatirlas. El propósito es evitar que nuevos grupos armados ocupen el espacio que dejarían estos grupos en caso de que el proceso de Paz Total con ellos culmine exitosamente.
Para lograr estos objetivos, el investigador de Pares mencionó que es fundamental la participación activa de la ciudadanía, la cual debe ser escuchada y apoyar el proceso de paz para fortalecerlo frente a posibles crisis causadas por diferencias entre los grupos armados. Además, Huffington destacó que se espera avanzar en la aprobación de una ley de sometimiento en el Congreso de la República, lo que permitiría establecer una ruta jurídica para el sometimiento de los integrantes de estos grupos armados. En este sentido, el consenso entre el Gobierno y la oposición sería ideal para avanzar de manera efectiva.
Dennis Huffington añadió que ya se han percibido resultados positivos desde que se anunció la realización de esta mesa de paz tras la visita del presidente y la vicepresidenta a la región, ya que ha habido una disminución significativa en los enfrentamientos armados entre los grupos y en los homicidios selectivos. Si esta fase sigue el mismo rumbo, se espera que contribuya a desescalar la violencia y la guerra en Buenaventura, mejorando la seguridad y el bienestar de la comunidad en general.
Actualmente, alrededor de 1.700 jóvenes forman parte de las estructuras de los “Shottas” y los “Espartanos”, tanto en zonas urbanas como rurales de Buenaventura. Con la instalación de este espacio de conversación sociojurídica, el Gobierno Nacional busca reducir la violencia armada en el municipio y lograr una transición hacia el Estado Social de Derecho, garantizando la participación de los diferentes sectores sociales y económicos de la ciudad en la construcción de paz.
El proceso, que también cuenta con el apoyo de la Misión de Verificación de la ONU y la MAPP-OEA, representa un paso significativo hacia la anhelada paz en Buenaventura y refleja la voluntad y esperanza de toda la sociedad en la construcción de un futuro más seguro.
Comments