¿Todavía el gobierno Petro puede aspirar a las mayorías en el Congreso y pasar sus reformas?

Por: Redacción Pares

Dos años han pasado desde la tarde en la que María José Pizarro le puso la banda presidencial a Gustavo Petro. La Fundación Paz y Reconciliación presenta este informe, complementario al gran balance sobre Paz Total que lanzó hace unas semanas, sobre la primera mitad del gobierno del cambio. En este artículo, que servirá de abrebocas para lo que se publicará este 7 de agosto, se analizará como está Petro de cara a obtener mayorías en el congreso buscando que pasen sus ambiciosas reformas sociales.  Uno de sus grandes retos ha sido mantener un apoyo en el congreso.

En primer lugar, veremos como va el senado. En sus dos primeros años mantuvo un pulso con el presidente Iván Name quien se convirtió en un escollo difícil de sortear y le quitó al gobierno maniobrabilidad y control en el Senado. En medios se evidenció una constante pugna con el presidente pero, tal y como queda consignado en el informe de Paz y Reconciliación, le permitió al gobierno llevar a cabo las votaciones de sus reformas. Por ahora este es el panorama que tiene el gobierno en el Congreso según el informe que presentaremos este 7 de agosto: “El gobierno sigue conservando 52 votos fijos con los que ha podido mover la mayoría de sus apoyos parlamentarios a sus proyectos de ley. De esos votos, 39 hacen parte de la coalición de gobierno (Pacto Histórico; Partido Liberal; Partido Alianza Verde; Comunes) y 13 independientes que acompañan los votos y las iniciativas del gobierno (Partido de la U; Partido Conservador; Alianza Social Independiente). Asimismo, existen 13 votos de senadores que hacen parte de los partidos de gobierno, pero que suelen estar en contra de las iniciativas del mismo. Frente a los partidos en independencia, 21 senadores siguen distanciados del gobierno nacional, mientras que la oposición conserva sus 23 curules”.

El panorama cambia por completo si se compara con la Cámara de Representantes. Allí estaba hasta el pasado de julio Andrés Calle, perteneciente a una de las familias políticas con mayor ascendencia en Montelíbano. Calle, hijo del cuestionado alcalde de esa ciudad de Córdoba, Gabriel Calle, respaldó la campaña presidencial de Gustavo Petro abiertamente e incluso hizo una manifestación de apoyo en su lugar de origen a donde fueron cerca de veinte mil personas, una movilización que le trajo al entonces candidato y a él mismo una lluvia de críticas. En la Cámara Petro aún tiene muñeca. En el balance de los dos años de Petro que saldrá este 7 de agosto se da este análisis: “Conserva un bloque propio que, aunque no es mayoría, es bastante amplio (84 curules), que refuerza con el apoyo de 26 representantes independientes que suelen votar junto con el gobierno. Aquí el bloque de representantes de los partidos de gobierno que votan en contra es menor, siendo solo de 16 curules, así como el grupo de independientes alejados, que no suma más de 23 representantes. La oposición sigue conservando 39 curules”.

Tanto Calle en la Cámara como Name -quien fu reemplazado el pasado 20 de julio por Efraín Cepda- en el Senado terminaron salpicados por el escándalo de la UNGRD. Name fue señalado por Olmedo López de haber recibido tres mil millones de pesos a través de la consejera Sandra Ortiz para mover supuestamente las reformas en el Senado. Olmedo López afirma tener chats que comprueban las reuniones que tuvieron con Name en un hotel en Bogotá. La Fiscalía aún no se ha pronunciado.

Después del 20 de julio el hombre que reemplazó a Calle en la Cámara fue el boyacense Jaime Raúl Salamanca de la alianza verde, quien a principios del siglo XXI se inició en la política al ser un aguerrido líder estudiantil. Allí conoció y se hizo cercano del ex gobernador de Bogotá Carlos Amaya. Salamanca llegó a la Cámara elegido con 28 mil votos. Llegó a la presidencia de la Cámara superando a su compañera de partido Katherine Miranda. Dentro de los verdes es uno de los que más apoya a Gustavo Petro.

La llegada de Juan Fernando Cristo al ministerio del Interior habría sido una jugada del presidente para poder acercarse más al Congreso y llegar a acuerdos que permitan aceptar sus ambiciosas reformas sociales. Este 7 de agosto se conocerá al detalle, en el informe que sacará la Fundación Paz y Reconciliación, los números y balance que han dejado estos años de gobierno y su relación con el Congreso.