Por: Redacción Pares
Nadie esperaba que el pasado viernes en el salón oval de la Casa Blanca, la rueda de prensa entre Volodimyr Zelensky y Donald Trump terminara entre gritos y manoteos. Y algo parecido al chantaje. Frente a los dos mandatarios estaba el vicepresidente JD Vance quien intentaba recordarle al presidente ucraniano que tenía que rendirse ante Trump y que había sido un desagradecido. A pesar de los críticos que siempre han acompañado a Zelensky llegaron a desconfiar incluso del intercambio de palabras y afirmaron que se trataba de una especie de performance. Ese mismo día Zelensky abandonó la Casa Blanca y se desataba una tormenta en el mundo. De la boca de Trump salió incluso las fatídicas palabras: “No querrás despertar la Tercera Guerra Mundial”.
El mundo se levanta hoy con la noticia de que Estados Unidos, como retaliación contra el comportamiento del presidente ucraniano, suspenderá la ayuda militar a ese país. Según reseñó la agencia Bloomberg. “La suspensión será hasta que Trump considere que no se encuentre que el presidente ucraniano esté comprometido con la paz”.
En Europa se está formando un frente de apoyo a Zelensky. No quieren volver a ver tanques rusos cruzando frontera. La agresión de Putin a Ucrania puede ser tan grave como las escaramusas con las que empezó la Alemania Nazi de anexar territorios a finales de la década del treinta y que desencadenaría la II Guerra Mundial. Trump considera que por la actitud del presidente ucraniano presionando en la oficina oval, en su casa, al norteamericano, fue una demostración de no querer la paz. Por eso la suspensión cobija a todo equipo militar estadounidense que no se encuentra actualmente en Ucrania, “incluidas las armas en tránsito en aviones y barcos que esperan en zonas de tránsito en Polonia”.
El requisito que está pidiendo Estados Unidos a Ucrania es manejar buenas partes de sus recursos por si este país quiere tener de vuelta la ayuda de su principal aliado. En Europa se está trabajando en crear un frente de ayuda a este país pero ni siquiera los países más importantes de ese continente unidos para respaldar a Zelensky y a su gobierno pueden igualar la ayuda que se recibía desde Washington.
Aún no se conoce la reacción en Kiev pero conociendo la determinación de Zelensky podría pensarse que la situación sólo tiene tendencia a ponerse peor. Mientras tanto Vladimir Putin se frota las manos.
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