Foto FGN
Es impresionante la lluvia de acusaciones y de insultos que ha caído sobre el fiscal general Eduardo Montealegre con ocasión de sus investigaciones y declaraciones sobre las labores ilegales que realizaba Andrés Sepúlveda para la campaña de Óscar Iván Zuluaga. Se ha dicho que infiltró la campaña de Zuluaga, que obedecía órdenes del candidato Santos para realizar esta tarea, que guardó las informaciones hasta el momento en que vio que podían causarle un grave daño a la campaña de Zuluaga, que es un fiscal de bolsillo del presidente y no tiene legitimidad para investigar al senador Álvaro Uribe Vélez y a Óscar Iván Zuluaga o a los miembros de su campaña. No solo han dicho estas cosas Zuluaga, Uribe y sus seguidores. También formadores de opinión o líderes políticos de tendencias distintas a las del Centro Democrático.
Pero la entrevista que Rafael Revert –el español que trabajaba en la oficina de Sepúlveda y decidió colaborar con la Fiscalía– ha dado a La W Radio este viernes y la negativa de los principales jefes de la campaña de Zuluaga a servir de interlocutores y contradictores de lo que dijera Revert, cuestionan a los acusadores del fiscal general de la Nación de manera grave. Dijo Revert que había llegado al país contratado por la campaña de Óscar Iván Zuluaga a través de Andrés Sepúlveda. Que no conocía ni había tenido nunca ningún contacto con J.J. Rendón o con alguien de la campaña de Juan Manuel Santos. Que no había sido la campaña de Santos la que lo había llevado a donde Zuluaga. Dijo que se había encontrado con la Fiscalía después de haber trabajado un tiempo en la campaña de Zuluaga y de haber descubierto que en la oficina de Andrés Sepúlveda se estaban realizando interceptaciones ilegales de la mesa de conversaciones de La Habana y se estaba comprando y vendiendo información reservada de inteligencia del Ejército y de la Policía. Que no había sido la Fiscalía la que lo había llevado a la campaña de Zuluaga. Dijo que parte de esa información se le entregaba a la campaña de Zuluaga. Señaló que en esa oficina había conocido a Óscar Iván Zuluaga, a su hijo David y a Luis Alfonso Hoyos, que también había visto a miembros del Ejército y de la Policía. Afirmó que la Fiscalía tenía videos que probaban todo esto y que el video conocido por la opinión era solo una parte de las pruebas. A su vez el fiscal general ha dicho, desde el primer momento, que en el curso de la investigación sobre la sala de interceptaciones denominada Andrómeda encontró conexiones que lo llevaron a la oficina de Andrés Sepúlveda. Quiero hacerles a los seguidores de Uribe y a todos los que han atacado al fiscal, diez preguntas: ¿Estas cosas son importantes? ¿Son graves? ¿Ameritan una investigación de la Fiscalía? ¿Si la Fiscalía, en una investigación especial sobre interceptaciones ilegales y captura de información reservada, descubre que esas labores se hacen desde una campaña política, qué debe hacer? ¿Debió la Fiscalía abstenerse de capturar o de hacer pública la captura de Sepúlveda y los motivos de ella para no perjudicar la campaña de Zuluaga? ¿Es ilegal o indebido que la Fiscalía descubriera a alguien que trabajaba en la campaña de Zuluaga haciendo cosas ilegales y lo pusiera a colaborar con ella? ¿Cabe la palabra infiltrado para alguien que fue encontrado por la Fiscalía en la campaña de Zuluaga y lo puso a trabajar para ella? ¿Es ilegal que la Fiscalía le pida al informante hacer videos dé actividades en las que se tienen indicios de algo ilegal? ¿Es ilegal o indebido que Semana haga una edición de un video para efectos informativos? ¿Es ilegal o indebido que la Fiscalía autorice a Rafael Revert para que le de entrevistas a los medios de comunicación contando estos hechos? ¿Es ético que los medios de comunicación difundan estas informaciones? ¿Es ético que después de hacer las entrevistas los mismos medios cuestionen a la Fiscalía por autorizar el testigo protegido de la Fiscalía para dar estas entrevistas o para entregar algún video? ¿No se ha hecho esto antes, no se hace rutinariamente? Tengo estas preguntas para mi alma ¿Qué pasa con mi país? ¿Qué pasa con la conciencia de los colombianos? ¿Cómo es que Uribe y Zuluaga hacen estas cosas y terminan de héroes y suben en las encuestas y en cambio el fiscal termina de villano? ¿Qué siente el fiscal en su soledad? ¿Podrá el fiscal en medio de los insultos y acusaciones entregarle al país los resultados de la investigación antes del día de elecciones?
Columna de opinión publicada en Semana.com
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