Por: Gobernabilidad y Democracia
Fotos tomadas de: Portafolio
El sábado 20 de enero se dio a conocer la noticia del fallecimiento de Piedad Córdoba. En el sentido mensaje del presidente de la República recordó el deseo de la senadora de volver a unir al Pacto Histórico y tener lo que él llamó “un congreso progresista” y así poder sacar adelante las reformas que constituyen los ejes fundamentales del gobierno. No fueron muchos los líderes que le copiaron a la propuesta presidencial, concretamente Comunes, la Alianza Democrática Amplia ADA, Independientes y la Fuerza de la Paz quienes no quieren perder independencia. La crisis en la unidad del Pacto Histórico viene desde agosto. La entrega de avales de ese partido fue calificado por Gustavo Bolívar, en ese momento candidato a la alcaldía de Bogotá, como “Rotundo fracaso” y “Vergüenza total”, como lo afirmó en su momento el candidato a La Silla vacía.
El delegado del presidente para poner de acuerdo a los 12 partidos, que conforman el Pacto Histórico, Eduardo Noriega, no estuvo a la altura de la situación. Fue una auténtica puja entre ellos. Una auténtica lucha de egos que se transformó en una debacle. Esta indecisión se tradujo en los resultados electorales de octubre en donde la centro derecha y la derecha misma fueron los grandes ganadores. Las principales alcaldías fueron ganadas por claros opositores al gobierno como fue el caso de Federico Gutiérrez en Medellín quien ganó con votación aplastante, Alejandro Eder en Cali y Alejandro Char en Barranquilla. En Bogotá, el candidato del Pacto, Gustavo Bolívar, fue el gran sacrificado de esas indecisiones y pugnas obteniendo apenas 571.971 votos, un 18.71% de la votación perdiendo incluso el segundo lugar con Juan Daniel Oviedo. En entrevista a el diario El Tiempo a Bolívar no le tembló la voz para echarle la culpa a su jefe y resaltar la habilidad de Claudia López al posicionar a Galán
“Fue a cada emisora a decir que no votaran por el candidato que iba a frenar el metro cuando yo no hablé de eso. Y en eso colaboró el presidente desde China. Él, tratando de mejorar la situación, lo que hizo fue empeorarla. La gente no entiende que un metro subterráneo es mejor y quieren el otro que viene andando. Entonces, el relato de que íbamos a frenar el metro se volvió un plebiscito y nos ganaron por ese lado”.
En ninguna capital la coalición del Pacto pudo ganar. Los resultados, en alcaldías de las principales ciudades, fueron desalentadores. En Barranquilla el candidato del Pacto sacó el 9.31%, en Bucaramanga el 4.03%, en Cali el 11.09%, en Cúcuta, en Medellín el 10.14%. En las gobernaciones la coalición del partido de gobierno fue incapaz de llegar a acuerdos y se perdieron departamentos claves como el Cauca. En región, sin embargo, el Pacto mantiene su poder ya que ganaron 140 alcaldías, 56 de sus partidos y 84 en coaliciones. Para el portal la Silla Vacía estos resultados reflejan Las peleas internas para entregar avales, la caída de la reforma política que impidió que los congresistas más conocidos pudieran ser candidatos, el rompimiento de la coalición de gobierno que imposibilitó el “Frente Amplio” con los partidos tradicionales expertos en estas elecciones y la creciente impopularidad de Petro, le jugaron en contra al Pacto”.
Para el coordinador de la línea de Seguridad y Democracia Alejandro Alvarado el pedido del presidente para volver un monolito el Pacto Histórico significa retomar, una vez más, la necesidad de que la izquierdas se unifique en un solo partido, como sucedió en el pasado, y reducir los partidos que ya son 38 en el país: “La última vez que la izquierda tuvo un gran proyecto de unidad sucedió con el Polo en el 2006, a partir de allí fue que la izquierda pudo competir realmente por la presidencia, como sucedió con Carlos Gaviria con más de 2 millones de votos en el 2006, eso le abrió la puerta a diferentes partidos de izquierda en la elección de las alcaldías de Bogotá, Medellín y Cali. Unificar en un solo partido no sólo lo indica la eficacia de los proyectos políticos que buscan tomar fuerza sino que hay que reducir los partidos políticos dada la balcanización de la política nacional”.
La muerte de Piedad Córdoba fue la punta de lanza del presidente para hacer ese pedido que ha tocado callos en las cabezas del petrismo como Roy Barreras, Martha Peralta o el propio Julian Gallo de Comunes quienes se verían perjudicados ya que tendrían que renunciar a los beneficios que tienen por ser partidos, como entrega de avales, financiación de Estado y entrega de votos. Uno de los que sí apoya la iniciativa de Petro es Iván Cepeda, mientras que Daniel Quintero, en un confuso twitter, se mostró ambiguo. Lo que queda claro es que, para sacar adelante sus reformas en este 2024, al presidente le toca apostarle a la unidad del Pacto Histórico algo que, como lo afirma Alejandro Alvarado, no será nada fácil:
“La realidad es que la reacción de distintos grupos del Pacto no es el de acoger la iniciativa del presidente. Para muchas agrupaciones el derecho de presentar candidatos y de garantizar la financiación estatal es vital para partidos como Comunes que derivan sus derechos a participar en política a los acuerdos de Paz, no le serán fácil renunciar a esos derechos y en términos electorales se dan cuenta que, sin ese derecho, desaparecerían de la franja de participación política. Hay decisiones por tomar, en especial de los partidos que derivan su personería jurídica, de decisiones judiciales, de mecanismo de reparación del Estado, como en la UP, para ellos es una historia que hay detrás y definitivamente esperemos que por el bien de la democracia, tendrán que unificar sus bases y sus representantes que en la actualidad ocupan algún tipo de curul”.
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