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Uribe ordenó, Martha Lucía Ramírez ejecutó: la pesadilla de la Operación Orión en Medellín

Por: Iván Gallo, Editor de Contenidos




El Bloque Metro surgió en Medellín en 1996. La muerte de Pablo Escobar a mano de los PEPES fue apenas el principio de un nuevo capítulo de violencia en esa ciudad. Los hermanos Castaño y sus ejércitos reemplazaron al Barón de la Droga. Los hombres destinados por los Casstaño para quedarse en Medellín era, primero al que llamaban “Doblecero” y luego reemplazaron a este Bloque por el Cacique Nutibara. El que estaba al mando era Don Berna.

 

En la Comuna 13 de Medellín viven cerca de 200 mil personas. A pesar de estar tan cerca del Centro de Medellín el Estado colombiano no alcanza a cobijarlo. Así que ahí siempre han mandado las guerrillas. Se han reportado desde hace treinta años presencia con sus milicias de las FARC, el ELN e incluso grupos independientes como los Comandos Armados del Pueblo. Una de las obsesiones tanto del Estado colombiano como de los paramilitares era arrancar de raiz la influencia de estos grupos armados en las Comunas. Cuando la ignorancia campea las generalizaciones mandan así que toda la población quedó estigmatizada.

 

Alvaro Uribe Vélez se posesiona como presidente de la República en su primer mandato el 7 de agosto del 2002. Una de sus primeras acciones militares fue la retoma de la Comuna 13. Operación Orión se llamó. La ejecutó su ministra de defensa, la doctora Marta Lucía Ramírez. Como se ha demostrado la Operación Orión sintetizó la colaboración entre los paramilitares y el ejército. En los tres días que duró la barbarie, entre el 16 y el 19 de octubre, Don Berna prestó su máquina de guerra a las fuerzas del Estado para asesinar y desaparecer personas. Hay una famosa foto de Jesús Abad Colorado, valiente periodista que se metió a la zona mientras se realizaba la toma y se ve a un hombre, vestido de camuflado y con pasa montañas, dando órdenes por las calles de la Comuna 13. Esa foto es una denuncia. Esa foto es una prueba.

 

La IV Brigada fue la que preparó esta incursión a los 23 barrios que conforman la Comuna 13. Quien estaba al frente de esos hombres era el general Mario Montoya. En este momento este oficial, uno de los consentidos de Alvaro Uribe, está imputado por crímenes de guerra y lesa humanidad al haber presionado a miembros de las unidades militares para obtener “bajas en combate”. Además del ejército participaron el DAS, fuerzas de la policía y la fiscalía. Por lo menos mil hombres entraron por tierra y aire a la Comuna 13. Pero a ellos había que sumarle los hombres que estaban al mando de Don Berna, tal y como lo reconoció ante una corte de los Estados Unidos. El Bloque Cacique Nutibara además era financiado por “ricos hombres de negocios, empresas y propietarios de hoteles, autobuses, y por los impuestos sobre las grandes empresa”.

 

Una de las funciones que tendría que cumplir el Bloque Cacique Nutibara durante la Operación Orión era la de asistir a una unidad antisecuestro del Gaula. El hombre que designó el propio Don Berna para que coordinara la operación con el ejército era a uno al que llamaban King Kong.

 

Cuando terminó la operación Orion Alvaro Uribe y su ministra Ramírez salieron campeantes a los medios a decir, triunfantes, que habían recuperado para Medellín la Comuna 13. Pronto se les caería esa mentira. Las constantes denuncias ciudadanas dejaron claro que lo que había sucedido era limpiarles el terreno a las AUC y posicionarlas en la zona. En el año 2005 Aminstía internacional incluso divulgó un informe en donde se quedaba claro que todo le había servido a los paracos para asentarse en ese lugar. Además de las capturas arbitrarias, las desapariciones, los asesinatos.

 

Han pasado 22 años y la herida en Medellín no se cierra. Los familiares de las víctimas piden que se haga justicia ya que esto es lo que ha faltado a la hora de abordar a la Operación Orion. En un comunicado público las víctimas afirmaron lo siguiente:  “Hoy, de nuevo 16 de octubre, las organizaciones de víctimas, sociales y defensoras de derechos humanos hacemos un llamado en exigencia al Estado, a las instituciones y a la sociedad colombiana para que nunca más se realicen operaciones militares; para que la garantía del cumplimiento de los derechos de las víctimas a la verdad y la búsqueda se materialicen sin más omisiones. Asimismo, en el marco de la implementación de la Jurisdicción Especial para la Paz, hacemos un llamado a la magistratura para que se concreten avances en las investigaciones y sanciones a los máximos responsables de los hechos, de manera puntual a Mario Montoya y Leonardo Gallego”.

 

El saldo de víctimas de la Operación Orion es el siguiente: 105 personas desaparecidas, 71 personas asesinadas por paramilitares, 17 homicidios a mano de la fuerza pública, 80 civiles heridos. Por el momento no ha habido justicia.


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