Por: Redacción Pares
Foto tomadas de: andresjulian.com y casadenariño
El pasado 18 de marzo el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, se encontró con Gustavo Petro en Apartadó. En la reunión le pidió que se levantara el cese al fuego en Antioquia con el EMC y el ELN. Su argumento fue el siguiente: “lo hemos visto en regiones como la del Nordeste de Antioquia, unos posando de insurgentes, otros de contrainsurgentes, pero todos detrás del botín del narcotráfico y de capturas de rentas como la extorsión”. La relación entre Rendón y Petro ha sido, por lo menos, tirante. Ambos están en las antípodas.
Pocos días después de su elección como gobernador asistió a una reunión en el Palacio de Nariño con otros 18 gobernadores. Rendón fue el más crítico. Acusó al presidente de tratar de crear un “imperio de la paz” a través de su propuesta de negociación con los grupos armados que, buena parte de ellos, se han establecido en Antioquia. La confrontación entre gobernación y presidente se trasladó al campus de la universidad de Antioquia en donde ambos tienen sus fichas para ser el nuevo rector y, sobre todo, a la asignación de los 4 billones de pesos que necesita Antioquia para terminar sus vías 4G. Ante la renuencia del gobierno para dar esos recursos -las carreteras no son la prioridad en el país sino la necesidad de calmar la sed de poblaciones que no tienen agua en La Guajira- Rendón insinuó incluso hacer un referendo para descentralizar el país y que cada región pueda tener autonomía presupuestal. Incluso, volvió a aparecer en la agenda pública una idea que viene desde la Constitución de Rionegro en el siglo XIX, la de Antioquia Federal.
Ante la renuencia de Petro para la asignación de los recursos Álvaro Uribe apareció en la escena proponiendo hacer una vaca para financiar las vías de Antioquia. El cálculo que hizo el expresidente fue el de que, entre un millón de antioqueños casa uno pusiera un millón de pesos para concluir la obra que está obsesionado al gobernador de Antioquia: concluir el túnel del Toyo que serviría para comunicar a Medellín con Urabá.
La idea fue abrazada con fervor por el propio Rendón que incluso habló de crear un fondo para que los antioqueños aporten a la causa. La historia de Rendón y de Uribe se remonta a la primera década de este siglo. Con apenas 25 años fue nombrado asesor del ministro de Hacienda Roberto Junguito Bonet. Después Uribe le daría un cargo muy importante, el de ser el delegado del gobierno en la Federación Colombiana de Cafeteros. Su hombre de absoluta confianza en ese momento, Andrés Felipe Arias, ministro de Agricultura y quien apuntaba a ser su sucesor en la presidencia, le hablaba maravillas de su desempeño.
Andrés Felipe Rendón no esconde su fervor por el expresidente. Mientras fue alcalde de Rionegro en el 2015 -avalado por el Centro Democrático- se inspiró en Uribe para dos de sus programas bandera: asignar una pequeña pensión a 3.500 adultos mayores en el municipio, a través del modelo de programa de beneficios económicos periódicos que usó el propio Uribe en su segundo gobierno. Liquidó el hospital Gilberto Mejía Mejía y lo unificó con el San Juan de Dios. En septiembre del 2023, en un programa de televisión retransmitido en Youtube, en plena campaña a la gobernación, Uribe aplaudió esa medida diciendo que admiraba la austeridad en su administración “al unificar la gerencia de los dos hospitales estos rindieron mucho más”.
Pero en lo que más se ha inspirado Rendón es en el tema de la seguridad. Sin empacho el actual gobernador de Antioquia ha felicitado públicamente a Uribe por sus años como presidente: “Usted nos enseñó a que la seguridad no es sólo de la fuerza pública sino algo que debe asumir la autoridad civil” y en plena campaña le aseguró, en una conversación en donde también participó Luis Guillermo Vélez, que en ese momento era cabeza de lista del Centro Democrático al Consejo de Medellín que iba a manejar la seguridad de Antioquia como él la condujo mientras fue gobernador de Antioquia. Incluso yendo en contravía de lo que piensa el propio presidente Petro en materia de Paz Total. Su propuesta de frentes de cooperación ciudadana, que implementó durante su alcaldía en Rionegro, hacía recordar peligrosamente a las CONVIVIR de Uribe, cooperativas de seguridad que se convirtieron en el caldo de cultivo para el surgimiento y auge de los grupos paramilitares a comienzos de este siglo en el país. Mientras fue alcalde de Rionegro la Procuraduría le abrió una investigación por presuntas irregularidades en la contratación del Sistema Integrado de Transporte Público Colectivo de Rionegro (Sitirio). En su equipo de campaña cuenta con pesos pesados del uribismo como la senadora Paola Holguín y el representante Hernán Cadavid.
Mientras una parte de los antioqueños ve como una necesidad la inversión en infraestructura vial hay otra que recuerda las desigualdades que atacan al departamento. En su última columna en el portal de Paz y Reconciliación el profesor de la Universidad de Antioquia recuerda estos datos: “De allí que cabe la pregunta a los proponentes del millón de pesos para la vías 4G: ¿de dónde sacarán los donantes? Pues restando los 5 millones de personas que aguantan hambre en el departamento —con los cuales sería injusto contar en esta propuesta—, quedan menos de dos millones de antioqueñas y antioqueños que, aunque no están en situación de inseguridad alimentaria, muchos de ellos se caracterizan por tener empleos precarios, con ingresos cercanos al salario mínimo y con bajos estándares en calidad de vida”.
Mientras tanto Uribe ya empieza a mover sus fichas para un posible retorno a la Casa de Nariño. En Rendón encuentra la ilusión de un nuevo “uribito”, alguien formado políticamente en su entraña, en su tierra y que posee una de las cualidades que él más valora: la lealtad. La vaca que propone el expresidente y que su pupilo el gobernador a abrazado con absoluto convencimiento será una encuesta, una toma de pulso sobre cómo están las cosas de cara las presidenciales del 2026 y una de mantener a la masa del Centro Democrática unida de cara a los próximos años. La campaña la arrancó Uribe ya.
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