Por: Redacción Pares

En cada discurso las referencias del presidente a García Márquez son constantes. Es más, si existe un gran difusor en este momento de la obra de Gabo, más eficaz que Netflix, es Gustavo Petro. Busca que el mundo tenga como referente del país al autor de Cien años de soledad y no a Pablo Escobar. Gabo y Petro tienen vínculos fuertes así no se conocieran personalmente. Ambos son hijos ilustres del Liceo Nacional de Varones de Zipaquirá. Ahí están en los mosaicos que cubren las paredes de esa casa colonial como testigos. Ambos se preocuparon por Colombia y sus desigualdades. Petro desde la insurgencia y la política, Gabo apoyando iniciativas de periodisma independiente y aguerrido como la inolvidable Alternativa, la única revista que ha circulado en kioskos apoyando “todas las formas de lucha”.
Se viene para el país una fecha crucial, el 6 de marzo del 2027 se cumplirán los 100 años del natalicio de Gabriel García Márquez. Desde ya la Fundación Paz y Reconciliación se prepara para este evento poniendo como ombligo del mundo a Aracataca. El pequeño pueblo del Magdalena donde nació Gabo ha sido víctima del olvido estatal. La hojarasca del tiempo ha amenazado con borrarlo. García Márquez sólo vivió allí ocho años edad en la que le confesó a su biógrafo, el inglés Gerald Martin, “me dejaron de pasar cosas” Testigo de su paso está la Casa del Telegrafista, la ruta de Melquiades y una estatua de lata dorada en el parque en donde se ve al artista con la que sería su amiga incondicional: la máquina de escribir.
Petro en el 2027 ya habrá entregado su banda presidencial a otra persona pero, para dejar claro la importancia que tiene para él García Márquez, quiere dejar sembrada la semilla de lo que será un gran homenaje, uno en donde, se planea, visitarán Aracataca los nobel de literatura que queden vivos entre otras actividades. Pero, sobre todo, la mejor exaltación a su memoria es conectar al pueblo donde nació, el verdadero Macondo, con el resto del mundo. Consecuente con eso García Márquez viajó en visita sopresa a Aracataca, acompañado por la ministra de cultura Yannai Kadamami y buena parte de sus ministros. El presidente estuvo ayer 13 de marzo en el corazón del mundo, la Sierra Nevada de Santa Marta, cuyo territorio forma parte de Macondo. Ese contraste entre el mar y la nieve fue lo que volvió loco no sólo a José Arcadio Buendia sino a conquistadores como Lope de Aguirre.
La razón de la visita de Petro es la entrega de 811 hectáreas al resguardo arhuaco de la sierra, sector Gunmaku, ubicado en Aracataca. Pero esta entrega de tierras tiene todo el poder simbólico que siempre a unido al presidente con el universo de Macondo. Con su visita arranca la celebración del centenario de Gabo, una fiesta que durará dos años.