Por: Línea de Convivencia y Seguridad Ciudadana
En los últimos años Colombia ha venido avanzando en políticas que buscan blindar a la mujer de cualquier tipo de violencia. La protección constitucional del escrache como mecanismo legítimo de denuncia de violencias basadas en género, el reconocimiento de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, la tipificación del feminicidio como un delito penal autónomo y además la llegada a la presidencia de Gustavo Petro, quien en campaña señaló la necesidad de cambiar de manera estructural el machismo imperante, constatan que los tiempos están cambiando. Pero está lejos de ser suficiente.
Los feminicidios siguen siendo una constante. Este informe no sólo enciende la alerta sobre la necesidad de imponer medidas legales efectivas sino también una transformación profunda de las actitudes y prácticas sociales que perpetúan la desigualdad de género. Hasta el 7 de febrero del 2024 la Procuraduría General de la Nación llevaba reportados 20 casos de mujeres víctimas de feminicidio (consumado o no consumado) y 84 alertas desde Medicina Legal por agresiones como violencia intrafamiliar, una cifra que, sumada a las 848 alertas emitidas en el 2023 por la amenaza de feminicidio, indica un creciente riesgo para la seguridad de las mujeres. El rango de edad en donde las mujeres son más atacadas es la población que va entre los 18 y 59 años, acaparando el 88% de los casos de feminicidio en el 2023.
En el 2023 la ciudad en donde más se reportaron feminicidios fue Bogotá con un total de 149 casos, lo que supuso un aumento del 31,8% con respecto a los 113 casos registrados en 2022. Valle del Cauca ocupa el segundo lugar con 82 casos. Antioquia, con 73 casos, ocupa el tercer lugar.
Lo preocupante es la demora de la justicia. Los casos están en un 54% en fase de indagación, el 8.6% en fase de investigación, un 47.3% de los casos se encuentra en la etapa de juicio, y solamente el 7.3% se encuentra en ejecución de penas. Esa lentitud es el caldo de cultivo de la impunidad. Estos números no apoyan el autobombo del ExFiscal Francisco Barbosa al final de su gestión lanzando una cifra de 96% de casos resueltos en lo que feminicidios se refiere durante su administración.
Uno de los grandes problemas con la información de feminicidio, como muestra este informe, es la no unificación de los datos. Esta es una limitación que debe resolverse a la mayor brevedad.
Según datos de la Policia Nacional se registraron en el 2023 109. 674 casos de violencia intrafamiliar de las cuales el 70. 9% fueron víctimas femeninas y 28.8% fueron víctimas masculinas, durante 2023, al menos 213 mujeres fueron víctimas de violencia intrafamiliar cada día.
En cuanto a los departamentos que más casos de violencia intrafamiliar reportaron en el año, se tiene en primer lugar a Bogotá D.C. con 32.530 casos, de los cuales el 59,4% corresponde a víctimas femeninas; seguido de Antioquia con 15.941 casos, de los cuales el 74,8% afectó a las mujeres; Cundinamarca, con 8.979 casos y un 72,8% de víctimas femeninas; Valle del Cauca con 8.664 casos y 75,7% de víctimas femeninas; y Atlántico con 4.310 casos de los cuales 75,2% fueron mujeres.
Resulta preocupante que en las gobernaciones de Bolívar, Santander, Boyacá, Caldas, Magdalena y en ciudades como Cali, Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Pereira, y Bucaramanga, no se cuente con secretarías especializadas en atender este tipo de casos.
Según datos del SIEDCO, en 2023 se registraron 23.366 víctimas de delitos sexuales, lo que supuso una reducción del 15,5% con respecto al año 2022, en el que la cifra fue de 27.666 casos. Los delitos con más casos reportados durante 2023 fueron actos sexuales con menor de 14 años con un 39% de los casos totales, seguido de acceso carnal abusivo con menor de 14 años con un 22%, acceso carnal violento con un 17%, acto sexual violento con 12% y acoso sexual con 10%.
El turismo sexual en ciudades como Medellín, Bogotá y Cartagena es creciente.
Y en tanto, ¿Petro está cumpliendo con sus promesas de proteger los derechos de las mujeres? La creación del Ministerio de la Igualdad, con todo lo que implica y la creación de la Patrulla Púrpura, pueden ser un paso importante. El problema es que aún no hay indicadores que evidencien su eficacia. Además, los canales de ruta y de protocoles de atención claros y eficaces, no presentan avances significativos en este gobierno.
Este informe en su segunda parte, despeja dudas sobre la verdadera eficacia con la que el gobierno está atacando la violencia de género. ¿Le alcanza?
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