Por: Daniela Quintero. Redacción Pares
En medio de la plenaria que se llevó a cabo este lunes en el Congreso de la República, el senador del Partido Liberal, Mauricio Gómez Amín, se enfrentó con su homólogo Álvaro Uribe Vélez y otros integrantes de la bancada del Centro Democrático por los presuntos intereses comerciales que estos últimos tendrían el parque Tayrona.
Gómez presentó una constancia en la cual explicó que el senador Uribe ha enfatizado en que hay que dar facilidades a los empresarios para que puedan instalar proyectos de inversión de infraestructura turística en dicho parque.
Y también dijo que en una conversación que tuvo con la directora de Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNN), Julia Miranda, se enteró que algunos congresistas del Centro Democrático tienen propiedades en esa zona; razón por la cual estarían más interesados en la construcción del Plan de Manejo para los próximos años de este lugar paradisiaco.
Ante las acusaciones, Uribe Vélez se refirió de forma burlesca hacia Gómez: “tiene que aprender uno, que los payasos son para divertirse no para pelear con ellos, ni para replicarles”.
A lo que el senador liberal respondió que “si el cree que soy un payaso porque cumplo con mi trabajo porque visibilizo una problemática que hay en este país, yo entonces entiendo que él lo piense”.
La nueva licitación
La agencia de viajes y turismo Aviatur, de Jean Claude Bessudo, ha sigo la encargada de prestar los servicios turísticos para el parque Tayrona durante los últimos 15 años. Sin embargo, una serie de problemáticas y nuevos proyectos hicieron que se abriera una nueva licitación para implementar el llamado “ecoturismo”.
En ese sentido, Aviatur ya no estaría interesada en participar en este proyecto que tiene contemplado una duración de 23 años. Y es que, según Bessudo, la dirección de los PNN ha tenido una falla en este parque, debido a que, no ha podido resolver problemas operacionales en cuanto al ingreso y estancia de los visitantes.
Según señaló Bessudo a el periódico El Tiempo, el Parque Nacional Natural Tayrona tiene una extensión aproximada de 15.000 hectáreas y solamente 15 de ellas están a cargo de Aviatur en la actualidad. En ese sentido, el resto de la zona -que es la mayor parte- no está controlada y se tiene acceso a ciertos espacios por medio del mar, lo cual no es responsabilidad del actual ni del futuro contratista.
Así las cosas, en junio se realizó una consulta previa para la apertura de la contratación del operador que brindará los servicios de alojamiento, alimentación y los demás necesarios para la adecuada operación de este nuevo proyecto, que se concentra aproximadamente en el 1% del total del Parque Tayrona.
Por consiguiente, el parque volvió a la agenda política, pero con algunos tropiezos, pues hay quienes alegan que de fondo hay varios intereses para la mega construcción en esa zona.
La Fundación Paz & Reconciliación-PARES dialogó con la abogada ambientalista, Alegría Fonseca, quien contó acerca de su larga lucha por la defensa de este parque desde hace más de 40 años cuando un sector de la política también quiso construir hoteles en dicho ecosistema.
“En el año 71 empezó la persecución al parque cuando yo estaba en el Congreso y desde entonces no ha parado. Nosotros paramos los hoteles cinco estrellas, y luego las mismas familias siguieron insistiendo en hacer un hotel ahí, pero lo fuimos parando hasta que salió la última resolución del ministerio en 2013 que traza todos los parámetros que tiene el parque”, indicó Fonseca.
En 2011 la cadena tailandesa Six Senses quiso intervenir en el Tayrona, en alianza con la familia Dávila de la costa, que luego resultó involucrada en el escándalo de Agro Ingreso Seguro (AIS), y esto generó que el mismo gobierno se echara para atrás en la construcción del primer hotel ecoturístico en ese lugar.
Dos años después se descartó esta propuesta y por medio de la resolución 0531, se especificaron las directrices para la planeación y ordenamiento de una actividad permitida en las áreas del sistema de Parques Nacionales Naturales. Allí se dejó claro que el único tipo de alojamiento permitido para pernoctar será el uso de carpas y hamacas y las construcciones serían prohibidas.
Ahora bien, la situación actual que ha producido choques entre los sectores políticos y organizaciones es que al parecer la directora de los PNN fue excluida de cierta reuniones, en las cuales participó Uribe, ¿Por qué motivo?, para la activista se debe a intereses comerciales en algunos predios de la zona.
El parque en peligro
En primer lugar “el susto que tengo yo es que de repente ordenen cambiar la resolución que es una ganancia que hemos tenido los ambientalistas. El segundo, que intervengan la licitación abierta, para que no quede bien hecha la licitación, y es que en enero se termina el contrato que tiene Bessudo”, aseguró Fonseca.
De acuerdo con la activista, Colombia está ad-portas de que nadie haga la licitación, y no haya manejo del parque y de repente cambien la resolución, por eso considera que el parque está en peligro.
“Parques Nacionales tiene que seguir con su licitación abierta y denunciar el hecho, que es lo que estamos haciendo nosotros. Lo ideal sería el triunfo de la conservación como utilidad pública y de interés social sobre los intereses comerciales”, expresó Fonseca.
Y es que un parque Nacional Natural es un parque donde no se pueden hacer cosas distintas a la recreación, investigación y la conservación. Conservar un parque consiste en conservar ecosistemas y el parque nacional Tayrona es uno de los más importantes en el mundo porque tiene todos los ecosistemas: fauna, flora, el contexto de montañas, el contexto arqueológico.
Si no se mantiene así “entonces sería volver el parque Tayrona igual que el rodadero de Santa Marta, así de sencillo. Y ahí se dañaría todo el conjunto existente y el equilibrio ecológico de uno de los ecosistemas más importantes del mundo”, concluyó.
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