
Atenea sería la nueva empresa que prestaría el servicio de energía eléctrica en el departamento del Cesar; el gerente de Afinia, en entrevista con El Colombiano, expresó que la creación de la empresa Energía Atenea S.A.S. E.S.P. nació en medio de una crisis financiera profunda, generada por varios factores, como lo son las elevadas pérdidas de energía y el impago de los subsidios por parte del Gobierno nacional.
Durante esta crisis, la empresa buscó alternativas para ser viable, encontrando que el mercado de energía en el Cesar responde a unas particularidades y, a partir de allí, se pensó que la mejor opción era una escisión, en miras de que el nuevo operador respondiese a estas condiciones de mercado creando un modelo operativo y niveles de eficiencia diferentes.
Pero ¿qué es la escisión?
Es una operación que permite que una empresa de servicios públicos pueda dividir su patrimonio en dos o más entidades jurídicas diferentes; sin embargo, para ello se debe tener autorización de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG). Esta solicitud de escisión fue realizada ante la entidad mencionada en líneas precedentes en el mes de junio de este año, por lo que la Comisión de Regulación de Energía y Gas deberá resolverla definiendo si Atenea puede iniciar operaciones en el departamento del Cesar.
Respecto a ello, Ricardo Arango Restrepo, gerente de Afinia, mencionó: “(…) Si uno logra separar el Cesar de Afinia, se tienen mayores probabilidades de cambiar estructuralmente el modelo operativo y el mercado de Cesar, al tiempo que tiene más probabilidades Afinia de salir adelante”.
En suma, una nueva esperanza empieza a tomar forma con nombre de diosa: Atenea. Esta no nace como un mero reemplazo de Afinia, sino como el fruto de una crisis financiera profunda, alimentada por pérdidas técnicas, imposibles de sostener, y un Estado que no ha pagado lo que debe en subsidios.
Fue en medio de este colapso silencioso donde Afinia entendió que seguir con el mismo modelo era intentar llenar una vasija rota. Así surgió la idea de escindir, de cortar por lo sano. Escindir, en palabras simples, es como separar lo que enferma para que ambas partes puedan sobrevivir. Y así, bajo esta cirugía, emerge Atenea, pensada no como una copia de su antecesora, sino como una operadora con ADN distinto, con autonomía, con herramientas diseñadas para una tierra difícil, es decir, una empresa adaptada a las dinámicas y realidades del Cesar.
Sin embargo, el futuro no depende solo de trámites ante la CREG ni de nombres nuevos. Lo que está en juego va más allá de redes y transformadores: se trata de reconstruir la confianza y de prestar un servicio de calidad, es decir, lograr que el servicio de energía sea continuo y de calidad. Atenea podría ser, si se hace bien, no solo la empresa que electrifique al Cesar, sino la chispa que encienda un nuevo pacto social alrededor de la energía.
Ahora todo depende de una decisión: la de un regulador, sí, pero también la de un pueblo dispuesto a cambiar la historia que ha escrito a oscuras, en medio del dolor y la zozobra, de la pregunta que no deja dormir: ¿En cuánto me vendrá el recibo?