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En pleno naufragio fiscal Duque recurre a Ecopetrol

Por: Sergio Saavedra, Redacción Pares


En la mañana del 17 de enero, Alberto Carrasquilla, Ministro de Hacienda, anunció a la opinión pública que la autorización para la venta del 8,9% de Ecopetrol ya está lista. La decisión busca sortear las dificultades fiscales para conseguir los $14 billones adicionales que necesita el gobierno para el presupuesto general de la Nación del 2019.


Cabe recordar que en diciembre de 2018 fue aprobada la Ley de Financiamiento con 91 votos a favor y 51 en contra en la Cámara de Representantes. Sin embargo, con esta nueva reforma tributaria –si le salen bien las cuentas al ministro– apenas se solventarían $7 billones del hueco fiscal del que ha hablado el presidente Iván Duque.


Carrasquilla, como vocero de la decisión de gobierno, aseguró que la venta se haría sobre las acciones en manos el Estado colombiano, que en total suman el 89%. El 11% restante es propiedad de personas naturales e inversionistas que compraron acciones. El ministro señaló, además, que seguirán discutiendo “la manera de lograr llevar al mercado esa propiedad”.


Así las cosas, los $10 billones que generaría la venta de parte de Ecopetrol serían el nuevo objetivo para sopesar lo que resultó ser una insuficiente reforma tributaria. Esta decisión resulta paradójica, pues el presidente Iván Duque al comienzo de su gobierno prometió que no vendería, sino potenciaría, la empresa semiestatal. Todo parece indicar que el gobierno está raspando la olla para obtener los recursos con los que quiere financiarse.


En julio de 2018, Jorge Humberto Botero, presidente de la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda), realizó un documento aconsejando al Estado vender la totalidad de la empresa, pues con esta decisión se podría “garantizar la estabilidad macroeconómica y fiscal del país, así como continuar con el impulso a la infraestructura”. Hoy, Carrasquilla, sigue parte de su consejo.


Lo curioso del asunto es que el gobierno busca vender un activo fundamental para el país y que, luego de una crisis por la caida de los precios del crudo, ha saneado sus finanzas y se encuentra en buenas condiciones. Al respecto, Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol, aseguró que el tercer trimestre de 2018 muestra el mejor momento de la empresa petrolera en 4 años. El promedio acumulado de producción del año fue de 716.000 barriles de petróleo equivalente por día, lo que, según cifras de Ecopetrol, permitió que la utilidad neta de la empresa petrolera creciera 179% en 2018 con respecto al año anterior, alcanzando un 8.9%.


En su momento, la Unión Sindical Obrera de la industria del petróleo (USO), a través de su presidente César Loza, manifestó un “rechazo absoluto” a la propuesta de la venta que lanzó Jorge Humberto Botero. A su vez, advirtió que, dado el caso en el que Iván Duque —quien en ese momento no se había posicionado— aceptara, se daría una huelga general. El 17 de enero el sector sindicalista se enteró de la decisión de Carrasquilla.

Esta vez quien levantó la voz en inconformidad fue Edwin Palma Egea, presidente del sindicato de Ecopetrol. Palma Egea plantea dos puntos relevantes sobre la pretención el gobierno nacional para tapar el hueco fiscal. La primera es que si el Estado colombiano necesita más recursos de financiamiento, no tendría mucho sentido vender ese porcentaje de Ecopetrol, pues el país dejaría de recibir $600.000 millones anuales. En segundo lugar, el lider sindical señala que “no es ninguna democratización de la empresa, esas acciones quedarán en manos de los Fondo de Pensiones y los ricos del país”.


La decisión final se tomará en la Casa de Nariño. Es importante recordar que conforme a la “Ley de Capitalización de Ecopetrol” o ley 1118 del 2006, el Congreso autorizó al gobierno del expresidente Álvaro Uribe a vender un máximo de 20% de la empresa petrolera si así lo dispusiera. Entre el 2007 y 2011 vendió el 11.5% de las acciones a fondos privados de pensiones, inversionistas privados y a cerca de 300.000 colombianos en general.


No le haría ningún bien a la ya maltrecha imagen del presidente Duque la venta de un activo tan valorado por los colombianos como Ecopetrol, especialmente cuando la empresa atraviesa un buen momento. Quedará en evidencia que de innovador el mandatario y su gabinete tiene más bien poco. En vista de su incapacidad política para realizar una verdadera reforma tributaria, el presidente busca utilizar la misma formula vacua pregonada por la ortodoxia económica desde el consenso de Washington: vender las empresas del Estado pues, según nos dicen, son ineficientes.

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